La civilización maya
habitó una vasta región denominada en el territorio de América Central, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras , El Salvador y en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3.000 años.
Durante ese largo tiempo, en
ese territorio se hablaron cientos de dialectos que generan hoy cerca de 44 lenguas mayas diferentes. Hablar de los "antiguos mayas" es referirse a la
historia de una de las culturas mesoamericanas precolombinas más importantes, pues su legado científico y astronómico es mundial.
Contrariamente a una creencia muy generalizada, la civilización maya nunca
"desapareció". Por lo menos, no por completo, pues sus descendientes
aún viven en la región y muchos de ellos hablan alguno de los idiomas de la familia mayense.
La literatura maya ilustra la
vida de esta cultura. Obras como el Rabinal Achí, el Popol
Vuh, los diversos libros del Chilam Balam, son muestra de ello. Lo que sí fue destruido con la conquista es el
modelo de civilización que hasta la llegada de los primeros españoles, había generado tres
milenios de historia.
La Conquista española de los pueblos mayas se consumó hasta 1697, con la toma de Tayasal, capital de los mayas Itzá y Zacpetén, capital de los mayas Ko'woj en el Petén (actual Guatemala). El último estado maya desapareció cuando el gobierno mexicano de Porfirio Díaz ocupó en 1901 su capital, Chan Santa Cruz, dando así fin a la denominada Guerra de Castas.
Los mayas hicieron grandes e
impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y grandes ciudades como
Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca del Mirador, en el norte del Petén, y durante el Clásico, las conocidas ciudades de Tikal, Quiriguá, (ambas las primeras en ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente) Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, Comalcalco (construida de ladrillo cocido), así como Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos
Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras y muchos otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio,
pero no se sabe si al momento de colonizar impusieron su cultura o si fue un
fruto de su organización en ciudades-estado independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus gobernantes y los palacios, lugares de
gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor encontrado hasta ahora el
de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras estaban decoradas con pinturas murales y
adornos de estuco. Otros restos arqueológicos importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas
las llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a los gobernantes
junto a textos logográficos que describen sus genealogías, victorias militares, y otros logros. La cerámica maya está catalogada
como de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.
Los mayas participaban en el comercio a larga distancia en Mesoamérica, y posiblemente más allá. Entre los bienes de comercio estaban el jade, el cacao, el maíz, la sal y la obsidiana.
Antecedentes e historia
Preclásico maya
También llamado Período
Agrícola, existe un debate sobre los años de inicio y fin de este intervalo
de tiempo, el más aceptado en este caso, para el área maya, inicia
aproximadamente en el año 1000 a. C. y terminaría rumbo al 320. Durante este
periodo se desarrolla el idioma maya, el pueblo maya adquiere experiencia y construye algunas grandes
ciudades.
Una teoría basada en estudios
de cerámica, motiva a deducir que en el periodo preclásico la costa del
Océano Pacífico desde el este de Oaxaca hasta El Salvador estuvo poblada por
los ancestros de los mixe, y popolucas actuales, uno de los cuales es del grupo de los mayas que, hacia el
1200 a. C., emigraron hacia el Golfo de México y desarrollaron la civilización olmeca arqueológica. De hecho, la cerámica más antigua de esta región es de un
estilo inconfundible llamado Ocós, originaria del Pacífico de Guatemala,
pero unos 600 años más antigua que la olmeca.
Según otra teoría
complementaria a la anterior, los descendientes de los olmecas emigraron a la
zona del Petén guatemalteco, donde posteriormente se mezclaron con la gente del
lugar originando a los "protomayas". Existen algunos fragmentos del donde
se afirma que éstos provenían de una migración que se produjo en el núcleo
original maya, que ciertos arqueólogos han encontrado en la zona maya de
Guatemala conocida como El Petén, cuando en el Preclásico medio se comenzaron a
desarrollar ciudades monumentales, (en la Cuenca del Mirador) como Nakbé, El Mirador y Cival con sus ahora famosos murales del Preclásico, los más finos y antiguos
del área maya. Estas grandes ciudades ya contaban con todas las características
que hicieron famosos a los mayas del periodo Clásico, y dando lugar a la duda
de que si los olmecas y mayas fueron, efectivamente, culturas que se
desarrollaron independientemente.
Posteriormente, en el
Posclásico, algunos grupos emigraron del Petén rumbo al norte (Península de
Yucatán) y otros se quedaron ahí; de esta manera se explica el origen de las
diferentes tribus mayas (itzaes, xiús, cocomes,, tzeltales, lacandones, entre
otras), ya que cada una de ellas conservaba rasgos comunes, sólo variaban los
distintos dialectos. Cuando se realizó la conquista española, cada uno de estos
grupos se fue adaptando al mestizaje cultural y se fue haciendo único y
autónomo en sus tradiciones. Al paso del tiempo la gran civilización maya
floreció y alcanzó auge en la zona norte del Petén, en la Cuenca del Mirador,
en el corazón de la selva tropical; ahí fue su núcleo original. Algunos
especulan que el pueblo maya tomó como ejemplo muchos estilos de vida de la
cultura olmeca, aunque los recientes hallazgos en las ciudades del Petén, como
El Mirador, Cival, etc., contradicen ésta teoría. De esta época, datan el
urbanismo y el que se fueron desarrollando en un ambiente estable y prolongado;
se adaptaron al medio ambiente en que vivían y sabían convivir con la
naturaleza. Por aquello se distingue un gran respeto que ellos tenían como
seres humanos hacia su entorno.
Se estima que la selva del
Petén se encontraba deshabitada al inicio del tercer milenio antes de Cristo, cuando los primeros agricultores construyeron sus chozas a orillas del
río La Pasión y Cuenca del Mirador, demostrada por muestras de polen de maíz, que datan ca 2750 a. C. en lagos de la Cuenca del Mirador. Éstos se empezaron a relacionar con
la población de los Altos y la costa Pacífica de Guatemala en sitios como Takalik Abaj ca 1000 a. C., Kaminaljuyú ca 800 a. C. y El Salvador ca 900 a. C., así como con la de la costa del golfo de México. Hacia el año 1000 a. C. la población en expansión se extendió por toda esta zona central
iniciándose el proceso de urbanización, el empleo de sistemas agrícolas más
complejos y una organización política más avanzada, capaz de controlar la
creciente población y con una jerarquización interna, en la que nobles y sacerdotes iban ocupando los puestos de autoridad. Se inicia una división del
trabajo con la diversificación de ocupaciones: agricultura, caza, pesca, recolección, alfarería, industria lítica, industria textil, comercio y culto
religioso.
El trabajo de la tierra dio
prioridad al cultivo del maíz, el frijol, el cacao y la calabaza, en tanto la caza, la pesca y la recolección quedaron como actividades
complementarias; por eso a este periodo se le conoce también como agrícola. En
él se va desarrollando una religión sencilla con la creencia en una vida ultra terrena y el culto a los
muertos.
La evidencia arqueológica muestra que los mayas comenzaron a edificar una arquitectura ceremonial hace unos 3.000 años. Hay un desacuerdo entre los límites y
la diferencia entre los mayas antiguos y una civilización mesoamericana
preclásica vecina, la cultura olmeca. Los olmecas y los mayas antiguos parecen haberse influenciado entre
sí. Los monumentos más antiguos consisten en simples montículos de tumbas, los
precursores de las pirámides se erigieron más tarde.
De modo gradual, la influencia
de la cultura olmeca dejó de ser tan grande como había sido durante el período
Preclásico Medio. Hacia el siglo III a. C. había cesado definitivamente. Sin embargo, muchos pueblos de toda el
área mesoamericana habían absorbido algunos de sus rasgos principales (culto a
los muertos, arquitectura y escultura monumentales, el culto a las divinidades
del agua y el fuego, etc.). Para el Preclásico Tardío, en toda Mesoamérica
surgieron tradiciones culturales regionales, que fueron construidas sobre la
base del legado olmeca. Los mayas tomaron de ese pueblo la escritura, el
sistema de numeración y la cuenta larga, y muchas otras cosas. La cultura maya,
propiamente dicha, no surgió sino hasta el primer
siglo de la era cristiana, más o menos contemporánea al
desarrollo de Teotihuacan.
Del período Preclásico Tardío
se han detectado numerosos asentamientos humanos entre los cuales se encuentran
Santa Marta (Chiapas), donde se constata una temprana ocupación en labores de cerámica y cultivo de maíz, fechada con el año 1320 a. C.; Chiapa de Corzo, Tonalá, Padre Piedra, e Izapa, con influencia olmeca; Edzná, Xicalango,
Tixchel y Santa Rosa Xtampak (Campeche); Yaxuná, Acanceh, Dzibilchaltún (Yucatán); El Trapiche, Casa Blanca, Laguna Cuzcachapa, Las Victorias y Bolinas (Chalchuapa); Kaminaljuyú en el sur de Guatemala. Los pobladores de este último asentamiento
controlaron las relaciones comerciales de la zona con el resto de Mesoamérica
hasta que fueron invadidos hacia el año 400 d. C., por guerreros provenientes del centro de México, de la poderosa ciudad
de Teotihuacan, cuya influencia militar y cultural se dejó sentir desde entonces en todo el ámbito maya.
Período Clásico
También llamado Periodo
Teocrático, abarca desde los años 320 a 987 d. C.
aproximadamente. Recibe este nombre porque en un principio se creyó que fue el
grupo sacerdotal el que ejerció el poder político y que toda la vida económica,
social y cultural se desarrolló en torno a la religión.
Los grupos sacerdotales,
tuvieron gran importancia en el gobierno de los Estados mayas del Clásico; a
pesar de eso, nunca fueron dirigentes. Existía una clase noble y en todo caso,
eran los guerreros quienes concentraban el poder. La imagen de los mayas como
una sociedad gobernada por sacerdotes fue derribada cuando se descubrió que las
ciudades estaban en permanente guerra unas con otras.
Se incrementó notablemente la
agricultura como actividad económica básica, la cual era practicada por grandes
contingentes de labradores, propiciando una compleja división del trabajo y en
consecuencia una fuerte estratificación social.
Las zonas arqueológicas más
conocidas de este periodo son: Tikal, Uaxactún, Piedras Negras, Cancuén, Caracol, Yaxhá, Naranjo, Xultún, Río Azul, Naachtún, Dos
Pilas, Machaquilá, Aguateca, Comalcalco, Pomoná, Moral Reforma, Palenque, Yaxchilán, Kankí, Bonampak, Quiriguá, Tulum, Edzná, Oxkintok, Ceibal, Xamantún, Copán, San Andrés, Yaaxcanah, Cobá, El Cedral, Ichpaatún, Kantunilkín, Kuc (Chancah), Kucican, Tazumal, Las Moras, Mario Ancona, Muyil, Oxlakmul, Oxtancah, Oxhindzonot,
Pasión de Cristo, Río Indio, San Antonio III, Nohkuo Punta Pájaros, San Manuel,
San Miguel, San Claudio, Tortuguero, Punta Molas, Tamalcab, Templo de las Higueras, Tupack, Xlahpak, Tzibanché y Kohunlich.
Los dos principales centros de
la zona del Petén son Uaxactún y Tikal. Uaxactún (600 a. C. al 889 d. C.), localizado a 25
kilómetros al norte de Tikal (Guatemala), tiene el templo maya más antiguo que se conoce en la región, y es el
primer lugar en donde se observó la existencia de la bóveda falsa. Tikal
(800 a. C. al 869 d. C.), enclavado en el corazón de la
selva muestra una gran influencia teotihuacana y llegó a poseer 100 mil
habitantes en su momento culminante, siendo la ciudad más grande de América en
el Clásico Tardío. Este centro dependía de una complicada red comercial y se
encontraba enclavado en un lugar estratégico, entre dos sistemas fluviales que
iban al Golfo de México y al mar Caribe.
Copán, en Honduras, cuyo
esplendor se dio hacia el año 736 d. C., fue el centro científico del
mundo maya, en donde la astronomía se perfeccionó al punto de determinar la duración del año tropical, de crear las tablas de eclipses y de idear una fórmula para ajustar el calendario, más exacta que la usada en la actualidad. Sobre su arte, Eric Wolf en la obra Pueblos y culturas de Mesoamérica menciona
que a los mayas les gustaba amangoiona:
"Al mismo tiempo se
dieron a conocer expresiones artísticas nuevas, nuevos símbolos de poder, que
provenían del exterior de la zona maya, y se extendieron en toda esta región;
como los tocados ceremoniales guarnecidos, las sandalias orladas, los
brazaletes, las plumas ensartadas y el cetro de [manikin]. En Copán se encuentran numerosas
representaciones del Tláloc mexicano. ¿Se trataría de un movimiento de
consolidación política que tuvo su origen fuera de la zona maya aun cuando
hecho uso de las formas mayas tradicionales?..."
La ciudad de Comalcalco en el estado de Tabasco es la ciudad maya más occidental, y su característica principal es que
a falta de piedras en la región, sus habitantes construyeron los edificios a
base de ladrillo cocido, pegados con una mezcla de estuco hecho con concha de
ostión. La región, fue la principal productora de Cacao, cuya semilla fue
utilizada como moneda por las diferentes culturas mesoamericanas. En Comalcalco se han encontrado diversos mascarones, estelas, una tumba con restos
humanos, y el primer cementerio maya con un total de 116 entierros funerarios
con más de mil años de antigüedad. Dichos entierros, fueron localizados en tres
montículos de tierra con una superficie de 220 m ² ubicados en la periferia de
la zona arqueológica.1
De este período datan también
las ciudades de Calakmul en Campeche, donde se han encontrado más de 100 estelas, y Cobá en Quintana Roo, que floreció en 623 d. C. y constituye el centro teocrático
más antiguo del noreste de la península de Yucatán.
Cobá, situada a orillas de
cinco lagos, entre los cuales los más importantes son Cobá y Macanxoc, se
desarrolló a principios de nuestra era. Constituía un asentamiento humano
pequeño, con una organización social de tipo aldeano y cuya actividad principal
era la agricultura. Conforme la población fue creciendo, entre los años 400 y 1000 de nuestra era, Cobá aumentó su poder económico y político, llegando a
convertirse en un importante centro ceremonial. El arqueólogo Antonio Benavides lo describe así en su artículo "Cobá":
"En Cobá y sus
alrededores vivían miles de personas, la mayoría en casas precarias con
cimientos de piedra; paredes de lodo y techos de hoja de palma. En el centro de
la ciudad, cerca de los templos, de los edificios públicos y de los juegos de
pelota, habitaban los gobernantes en casas grandes de piedra decoradas con
figuras de estuco. También había amplias plazas en las que se reunía la gente
los días de mercado o cuando había alguna celebración pública. La vida en Cobá
era muy parecida a la de otras grandes urbes prehispánicas como Teotihuacan y
Cholula en el altiplano central o como Monte Albán y el Tajín. Existía un
sistema de gobierno con grandes diferencias sociales. Un grupo minoritario
formado por sacerdotes, dirigentes y guerreros de alto rango organizaba y
controlaba la mayor parte de las actividades (religión, economía, política,
educación, etc.) de una gran población de tal manera que los bienes y servicios
eran mayormente disfrutados por ellos".
Antonio
Benavides#GGC11C
Este importante centro cubría
una extensión total de 100 km² y su núcleo unos 2 km²; se encontraba comunicado
con la región por medio una serie de caminos que tenían por objetivo asegurar
el control económico y político del territorio, además de ser excelentes medios
de comunicación. Los caminos se empezaron a construir entre los años 600 y 800 d. C.
aproximadamente. Es también la época en la que se esculpen numerosas estelas y
en que el crecimiento urbano se aprecia en la construcción —aparte del núcleo—
de tres grupos de edificios ceremoniales: Nohoch Mul, Chumuc Mul
y Macanxoc. La población alcanzaba entonces los 70 mil habitantes, y
hacia el año 1000 controlaba la ruta comercial de la costa oriental y del
centro y norte de la península de Yucatán.
Cobá, sin embargo, no se
encontraba en la costa, sino en el interior, a unos 50 km al noreste de Tulum.
Necesitaba controlar, abastecer y proteger un puerto localizado sobre la ruta
comercial hacia Honduras, y por medio del puerto de Xel-Há descrito así por el
arqueólogo Fernando Robles en su trabajo "Xel-Há, puerto de Cobá":
"Xel-Há se hallaba en un
punto crítico de la ruta comercial, ya que en ella convergían las partes
terrestre y marítima de la misma. A Xel-Há llegaban por la vía marina las
mercancías procedentes de Petén y Belice y, por el otro lado, aquellas del
noroccidente de Yucatán vía Cobá. Esta posición de zona transitoria, aunada a
sus cualidades geográficas (la caleta, su situación geográfica en la península,
etc.), debieron haber hecho de Xel-Há una especie de 'puerto libre' [...] Por
las evidencias arqueológicas que contamos, así como por sus cualidades
morfológicas y geográficas, suponemos que Xel-Há debió haber jugado un papel,
si no igual, sí semejante al de un puerto de comercio suscrito al emporio
comercial de Cobá".
La civilización maya, tuvo
centros como Palenque, enclavado en la selva de Chiapas, que llegó a su máximo
esplendor entre los años 695 y 799 dC, al igual que los centros de Yaxchilán, Bonampak y Piedras Negras.
Es en esta región donde encontramos los primeros indicios de la existencia de
la guerra entre los mayas: hay representaciones que hablan de guerreros,
batallas e incursiones para capturar prisioneros. Becán, situada en Campeche,
es un ejemplo de ciudad maya fortificada y rodeada por un foso seco.
Antes de finalizar con el
periodo teocrático es importante resaltar la relación tan estrecha y duradera
que había entre la región maya y el Centro de México, especialmente con Teotihuacan, de los siglos V a VII. Teotihuacan controló los centros mayas de este periodo a través de la
guerra y del dominio político, pero sobre todo mediante las influencias
culturales y el acceso a una serie de recursos naturales, como el cacao, que eran mercancías básicas dentro de las redes comerciales. Inicialmente se dedujo que la
cultura maya absorbió la influencia teotihuacana y continuó su propio
desarrollo. Posteriormente se analizaron las evidencias encontradas en Tikal y
en Kaminaljuyú donde algunos edificios y estelas sugieren actividad bélica entre teotihuacanos
y mayas, demostrando el poder que los guerreros sustentaban en este periodo.
Podemos afirmar que la
desintegración tan dramática como incomprensible de estos poderosos centros
ceremoniales podría estar íntimamente ligada a la caída de la propia
Tehotihuacan.
Se han manejado muchas
hipótesis acerca del "colapso maya", es decir la decadencia y desaparición de los centros mayas
teocráticos, cuyo orden se resquebrajó entre los años 750 y 900. Una teoría nos habla del colapso ecológico que sufrió la región a raíz de la destrucción de la selva por los
sistemas agrícolas que los mayas empleaban, mientras que otra pone el acento en
un crecimiento desmedido de la población, que empezó a ejercer demasiada
presión sobre la tierra y la producción de alimentos. Estas hipótesis son probablemente ciertas, aunque no bastan para
explicar la decadencia de los centros teocráticos.
A ellas quizá se aunaron las
contradicciones internas de la sociedad teocrática. En ella el poder y la
autoridad estaban en manos de un grupo de nobles y sacerdotes que imponían al
pueblo fuertes cargas tributarias en trabajo y especie. Así, ese pueblo pudo
haberse levantado en una sangrienta rebelión, o bien emigrar en masa hacia
otras tierras. A todo esto se une el hecho de que Teotihuacan, saqueada y
reducida a cenizas por fuerzas desconocidas entre 700 y 750 dejó de mostrar su influencia en el área maya. Su prosperidad económica
y cultural se detuvo bruscamente para dar paso a Xochicalco, y posteriormente a los toltecas, en el
dominio del Valle de México. Cien años después de la destrucción de Teotihuacan, los centros mayas
entraron en crisis, se despoblaron, y sus ciudades fueron invadidas por la
selva.
Período Posclásico
Kukulkán es el nombre maya de Quetzalcóatl, personaje importante en el Período Posclásico de los mayas. Aquí lo vemos en un dibujo de un bajorrelieve de
Yaxchilán.
Abarca los años 1000-1687 d. C. Una
vez abandonados los centros ceremoniales mayas del periodo clásico, la fuerza
generadora de esta época va a ser una corriente migratoria identificada étnicamente con los mayas arraigados en la región, que traía consigo una cultura
mestizada de fuerte contenido náhuatl.
Esta corriente, llamada putún
o maya-chontal, habitaba en el sur de Tabasco y tenía estrechas relaciones comerciales
con los pueblos del centro de México y con los grupos nahuas establecidos en la
periferia de la región maya, por ejemplo en Xicalango. Su presencia habría de
romper con el precario equilibrio en el que trataba de mantenerse el mundo teocrático, y fueron los putunes los que aprovecharon la caída de este orden para
introducir una nueva forma de vida y de dominio sobre la región.
El territorio del que
provenían los putunes era el delta de los ríos Usumacinta y Grijalva, una región
de ríos, riachuelos, lagunas y pantanos en donde predominaba el transporte acuático. Esto hizo de los putunes
unos excelentes navegantes y mercaderes, que controlaban las rutas marítimas comerciales alrededor de la
península de Yucatán, desde la Laguna de Términos en Campeche hasta el
centro de Sula en Honduras.
Los putunes se establecieron
al sur del río de la Pasión y llamaron a su tierra Acalán ("lugar
de canoas"). Fundaron dos poblaciones principales: Potonchan (Putunchan), situada en la desembocadura del río Grijalva, e
Itzamkanac, junto al actual río de la Candelaria que desemboca en la laguna de
Términos. Itzamkanac era la capital de Acalán, pero tal vez fuera Potonchán la primera
población. En efecto, esta dominaba el comercio relacionándose con los zoques y con los
habitantes de las tierras altas de Chiapas. En cambio, Itzamkanac estaba
ubicada demasiado río arriba para llegar a ser un importante puerto de
intercambio. De ahí que Xicalango, el gran centro comercial situado en la
laguna de Términos y controlado por Itzamkanac, supliera esta función.
Establecieron numerosos
puertos en esas rutas, entre los que destacan Cozumel, Xel-Há, Bahía de la Ascensión y Polé (la actual Xcaret), en Quintana Roo, que fueron dominados por una rama de los putunes, a quienes se conoce
como itzáes ("aquellos que hablan la lengua entrecortadamente").
Desde Polé los itzáes penetraron tierra adentro para conquistar Chichén en 918, y desde entonces tomo el nombre de Chichén-Itzá. Hacia el 950, dominaban toda la región oriental hasta Bakhalal (Bacalar) y Chactemal (Chetumal). Una vez controlada la zona, esta rama itzá de los putunes estableció
comunicación con sus vecinos mexicanos del sur de Campeche. Se supone que los
itzáes, —quienes hablaban tanto el chontal como el náhuatl y habían absorbido profundas influencias del centro de
México— recibieron a Quetzalcóatl, llamado en maya Kukulkán. Este había huido de Tula y se alió
con los chontales para conquistar Chichén Itzá en 987. De esta
época datan las influencias toltecas en el arte
y la arquitectura mayas.
Es conveniente recalcar que
autores como Enrique Florescano, Leonardo López Luján y Alfredo López Austin,
ponen en duda que el Quetzalcóatl histórico haya llegado a Yucatán. En primer lugar, porque las fechas no coinciden. En segundo, porque
similares argumentos presentaban los nobles mixtecos, tarascos y más tarde los mexicas para legitimar su posición en la estructura social. Tanto el mito Tollan y la de la huida de Quetzalcóatl, como las expresiones artísticas y la
vocación eminentemente guerrera de las sociedades mesoamericanas del período
Posclásico Temprano forman parte de un complejo muy extendido por toda la
región en ese tiempo.
Hacia el año 1000, Chichén
Itzá formó una alianza con los cocomes de Mayapán y los xiu de Uxmal. Dicha alianza es conocida con el nombre de
Confederación o Liga de Mayapán, rota en 1194 por Hunac Ceel, líder de los cocomes. Las hostilidades desembocaron en la derrota tanto de los itzáes como
de los tutul xiúes. El auge de Chichén-Itzá y de sus gobernantes maya-toltecas terminó en
caos hacia fines del siglo XIII. Los itzáes abandonaron su ciudad y se dirigieron a las selvas
desiertas del Petén. Allí, en el lago Petén Itzá, fundaron una nueva población localizada en la isla de Tayasal.
La supremacía de Mayapán llegó a su fin hacia 1441, cuando el líder xiu de Uxmal, Ah Xupan Xiu, la destruyó masacrando a la familia real cocom. Durante su apogeo,
Mayapán llegó a tener hasta 12 mil habitantes. Era una ciudad fortificada,
rodeada de una muralla de piedra. Se pueden ver en su arquitectura claras
influencias toltecas.
En el este de la península,
según señala Eric J. Thompson en su libro Los habitantes de la costa
oriental de la península de Yucatán:
"Los putunes conservaron
en su poder la región de Bakhalal y Chetumal durante el periodo de dominación
de Mayapán [...] en la provincia de Uaymil se hablaba un dialecto parecido al
campechano y, naturalmente los documentos de Paxbolón con su afirmación de que
Chetumal pagaba tributo a los putunes acalanes".
Eric J.
Thompson#GGC11C
Las crónicas mayas establecen claramente que los putunes conservaron su poder sobre
la región de Bakhalal y Chactemal durante el periodo de la dominación de
Mayapán (1200-1480) pero ni por eso abandonaron el dominio de su antiguo territorio al sur
de Tabasco, sino que hicieron constantes viajes de ida y vuelta a Potonchán.
A la caída de Mayapán, la
península de Yucatán se dividió en 16 pequeños estados, cacicazgos o provincias, cada uno con su propio gobernante. Entre estos cacicazgos existían rivalidades y guerras constantes,
herencia de las luchas sin tregua entre los xiu y los cocomes. Esa era la
situación reinante a la llegada de los primeros españoles.
En el Petén, Tayasal de los Itzaes, Zacpetén de los Ko'woj y Queixil de los Yalnain, fueron las últimas ciudades mayas y mesoamericanas en ser conquistadas, en el 1697 DC, después de varios intentos
fallidos, incluyendo unos de Hernán Cortés en 1542.
En el altiplano sur surgieron
otros estados mayas, entre ellos el reino K'iche' basado en Q'umarkaj (Utatlán), que produjo el Popol
Vuh, la obra histórica y
mitológica más conocida de los mayas. Otros estados en las tierras altas de
Guatemala incluyen el reino Mam en Huehuetenango (Saculew), Kaqchikel en Iximché, Chuj en San Mateo Ixtatán y Poqomam, probablemente en Mixco Viejo.
La sociedad
Aldeas "vivienda"
Existían casas unifamiliares
donde vivían los padres y los hijos quienes adoptaban a miembros viejos o
jóvenes de la familia o fuera de ella (ejemplo: Tulum). También había edificios multifamiliares habitados por personas de lazos sanguíneos comunes de elevada posición social (ejemplo: los complejos
residenciales de Kohunlich). Los materiales de las casas varían de muros y techos de madera y
palma a materiales resistentes como piedra y estuco. También la vivienda podía estar formada por tres estructuras
principales separadas, (dormitorios, la cocina, la bodega) y podían construir
otras estructuras separadas (talleres, baños, saunas) (Ejemplo: Joya de Cerén).
Dormían sobre unas plataformas bajas adosadas a los muros donde colocaban colchones rellenos de algodón (las hamacas fueron una adaptación de las redes de pesca, invento de los indígenas caribes de Haití llegado a Yucatán con el arribo de los españoles). También se dormía
sobre tapetes en el suelo.
Este tipo de habitaciones
tenían poca ventilación y luz porque carecían de ventanas. Las habitaciones fueron usadas para dormir y guardar pertenencias; sus
ocupantes trabajaban en las afueras y poseían huertos para consumo familiar.
Es necesario considerar y
advertir que la gente común vivía en las denominadas palapas alrededor
de las ciudades, los materiales que usaban eran renovables como la palma chit, el guano (para los techos); la madera, los bajareques, el estuco (para las paredes). En el centro de la ciudad habitaban los sacerdotes y la nobleza en
los castillos, pirámides y templos ceremoniales.
Vestimenta
Gran parte de la población
estaba dedicada a las jornadas agrícolas, por ello usaron ropa adecuada a las
condiciones necesarias, además la indumentaria dependía del nivel social. La
mayoría de la gente vestía sencillamente: las mujeres con el sovon o hipil o una falda y su manto; y los hombres con una especie de calzón llamado patí. Sin embargo, la nobleza utilizaba ricos y complicados atuendos bordados con plumas y gemas, calzaba sandalias de mixa y lucía, grandes tocados de plumas, además de collares, pectorales y pesados cinturones con incrustaciones de nácar y piedras grabadas. Otras prendas comunes entre los nobles fueron las
faldas, capas cortas o largas, chaquetas (generalmente de piel de jaguar o algodón), adornos de conchas, caracoles y diseños geométricos. Aparte del tocado, algunos nobles y sacerdotes
llevaban enormes orejeras, narigueras, brazaletes y anillos de jade, cuarzo y oro, y se
perforaba la barbilla, bajo el labio inferior, para incrustarse un besote.
Entre los accesorios había sombreros, turbantes, penachos, diademas y gorros cónicos. Por lo general el jade es muy utilizado hasta el 900 a. C. (aunque no desaparece) y
posteriormente llega la joyería de oro.
Podemos imaginar, por las
pinturas de Bonampak, la riqueza y suntuosidad que irradiaban estos atavíos en las
ceremonias y también en las batallas, en donde los guerreros añadían al
vestuario sus armas, escudos y cotas o chalecos protectores también profusa y
bellamente adornados.
Para teñir sus artículos
indumentarios utilizaron diversos colorantes. Los más importantes fueron:
- Atapulgita
De origen vegetal
- Añil (Indigofera sufruticosa) e (Indigrofera guatemalensis)
de éstos dos se piensa que los mayas sacaron el azul maya (su color
especial).
De origen animal
- El color rojo,
obtenido de la Grana Cochinilla (insecto parásito que ataca al nopal, del que hay varias especies de los géneros Opundia y Nopalea).
La mujer y su posición social
La mujer tuvo posiciones elevadas en la sociedad y algunas fueron gobernantes. Las mujeres eran muy importantes para la economía familiar, pues elaboraban piezas de cerámica, diseñaban piezas en barro o esculpidas o talladas a modo de escultura, y tejían el algodón para confeccionar vestidos. También criaban animales para comer o como
mascotas y se encargaban de elaborar comidas y bebidas para las fiestas
religiosas. No participaban en ceremonias religiosas donde se efectuaban
sacrificios humanos, excepto en ciertas fiestas donde acudían las ancianas.
En el posclásico las mujeres no participaban en el autosacrificio, pero en el clásico sí, al menos las de alto rango.
Para los mayas, el Kamnicté
(matrimonio) era constituido por arreglo de los padres y tenía fines económicos o
de alianza. Un claro ejemplo de esto, fue la relación sanguínea que unía a los
gobernantes de Tortuguero y Palenque,2 ya que Pakal
II se casaría con la "reina roja" de Tortuguero,3 lo que sin
duda, motivó el sentimiento expansionista de Pakal II, y consolidó a
Tortuguero como una barrera de defensa y contradefensa de Palenque.4
Además, entre otras
costumbres, el hombre recién casado vivía bajo las órdenes del suegro en un
período variable, pero que en ocasiones, podía llegar a ser de cinco años.
Rasgos físicos
Una investigación realizada por el estadounidense Sylvanus G. Morley sobre la población maya yucateca arrojó que la estatura media era de
154,61 cm y 142,65 cm, el peso de 52,86 kg y 50 kg y el índice cefálico medio era de 85,8 y 86,8 para hombres y mujeres respectivamente.[cita requerida]
De acuerdo con las evidencias arqueológicas (estudio de los monumentos y artes de la antigüedad) y etnográficas (estudio, descripción y clasificación de razas o pueblos), se deduce
que los mayas tienen la cabeza ancha (braquicéfalos), nariz aguileña, el pelo negro y lacio, los pómulos salientes, la frente amplia (ancha y plana) y los ojos almendrados (con un pronunciado y notable pliegue en los párpados que les da un toque marcadamente oriental) de color oscuro. El cuello es corto y los hombros son anchos.
Las características de estos
grupos eran modificadas por influencias mágicas y/o rituales, ya que
modificaban la posición de los ojos para obtener una vista estrábica
causada (según el fray Diego de Landa), con cuentas de cera que los padres ponían enfrente de los ojos de sus hijos. La deformación
del cráneo era practicada en los niños aprovechando que los huesos, entre la primera semana de nacidos y los dos años, no están sólidos y
son moldeables (había dos variantes de deformación del cráneo); la deformación del cráneo por alargamiento se efectuaba mediante la
colocación de dos tablas, una en la frente y otra atrás (estas deformaciones se
practicaban en los recién nacidos de ambos sexos y de todas las clases sociales). Otras costumbres (pues más que modas tenían fines mágico-espirituales)
eran la pintura corporal (como los tatuajes en pecho, brazos y piernas), la excoriación o escarificación (técnica que consiste en causar cicatrices con fines decorativos), el limado y perforación de los
dientes para colocar «piedras semipreciosas» (pedacitos de jade, obsidiana o pirita) y adornos como orejeras (especie de aretes), pectorales, bezotes
(anillos nasales), penachos, etcétera. Es importante destacar que el tatuaje y
la escarificación fue prerrogativa de los señores, sacerdotes y guerreros distinguidos.
Mucha de esta información
viene del fray español Diego de Landa, quien vivió en la época de la colonia. Durante su estancia destruyó mucha documentación maya, aunque al final
hizo un libro acerca de esta civilización.
Estructura de la civilización
maya
Organización social
La vida en los grandes centros
urbanos del prehispánico debía ser tan compleja como lo es en las modernas
ciudades de la actualidad. Lo que se sabe de los mayas nos hace pensar así. En
el artículo "Los mayas" de Howard LaFay se puede leer que:
"Desapareció la imagen
del hombre maya como primitivo agricultor pacífico practicando ritos religiosos
esotéricos en la quietud de la selva. El resultado es un pueblo guerrero lleno de
vida, en numeroso insospechado anteriormente, que usó técnicas agrícolas muy
avanzadas. Y al igual que los vikingos a medio mundo de distancia, comerciaban
e invadían con brío".
La sociedad maya estaba organizada sobre la base de una marcada estratificación social, a la cabeza de la cual se encontraba la nobleza, los almenehoob ("los que tienen padres y madres").
Este grupo privilegiado monopolizaba el poder y la autoridad al ostentar los
puestos políticos y religiosos. El gobernante supremo de la provincia era, como
ya vimos, el Halach Uinik (o Halach Wíinik) en quien residía el poder absoluto sobre los
asuntos terrenales y espirituales. Se le llamaba también Ahau; sus
emblemas eran el escudo redondo y el cetro en forma de figura antropomorfa con cabeza de serpiente. El cargo de Halach Uinik era hereditario dentro de una sola
familia, y pasaba del padre al hijo mayor.
El Halach Uinik era, al
mismo tiempo, el Batab o jefe local de la ciudad en la que vivía, y
tenía bajo su mando al resto de los bataboob o jefes locales de las
poblaciones que conformaban la provincia. Como jefe supremo, recibía tributo, convocaba a los guerreros y formulaba la política.
En la guerra cada Batab
comandaba a sus soldados, pero existía un comandante militar supremo llamado Nacom,
que desempeñaba el cargo durante tres años y respondía directamente ante el Halach
Uinik.
Después de los bataboob
estaban los Ah Cuch Caboob, quienes administraban los barrios en los que
se encontraba dividida la ciudad. Un cargo similar era el de los Ah Kuleloob,
delegados que acompañaban al Batab, sirviéndole de ayudantes, portavoces
y mensajero. Encontramos también a los funcionarios encargados de las
cuestiones sociales y ceremoniales, llamados Popolna y Ah Holpop.
Finalmente, la categoría más baja de funcionarios era la de los Tupiles,
que hacían las veces de "alguaciles" o policías, manteniendo el orden y vigilando el cumplimiento de la ley.
El grupo de los sacerdotes, llamados
genéricamente ahkincob (singular: Ahkin), tenía la misma
categoría que los jefes o Bataboob. El "sacerdocio" también
era hereditario y privativo de unas cuantas familias de la nobleza. El supremo
sacerdote recibía el nombre de Ahuacán, que significa "señor
serpiente". Sus actividades se relacionaban con el ritual, los sacrificios, la adivinación, la astronomía, los cálculos cronológicos, la escritura jeroglífica, la educación religiosa y la administración de los templos.
Debajo del Ahuacán
estaban los sacerdotes llamados Chilames o adivinos, destinados a interpretar los designios que los dioses enviaban a los
hombres a través de los oráculos. El encargado de llevar a cabo los sacrificios rituales y abrir el
pecho de la víctima para sacarle el corazón era el Nacom, que no debe confundirse con el jefe militar a
quien también se le llamaba así. Le ayudaban cuatro asistentes llamados Chacoob,
quienes, además de sostener a la víctima, tenían otras funciones, como la de
encender el fuego nuevo en el mes de Pop, ayunar y untar de sangre a los ídolos que recién se habían esculpido en el mes de Mol.
No hay duda sobre el lugar que
ocupaban los mercaderes profesionales (Ppolom) en la escala social. Eran miembros de la nobleza, no sólo por descender de los navegantes putunes conquistadores de esa tierra, sino por tener en sus manos esa
importante actividad económica. Así, el cronista Antonio de Herrera y Tordecillas en su Historia general de los
hechos de los castellanos en las islas y tierra firme del mar océano
señala:
"En esta tierra de
Acalán, usaban hacer señor al más caudaloso mercader, y así lo era Apoxpalón,
que tenía gran trato de algodón, cacao, esclavos, sal, oro, aunque poco y
mezclado con cobre, y otras cosas; y de caracoles colorados, para atavíos de
las personas, resinas y sahumerio para los templos y tea para alumbrarse,
colores y tintas para pintarse en las guerras y fiestas y para teñirse par
defensa del calor y del frío y de otras mercaderías que habían
menester..."
Antonio de Herrera y Tordecillas
Por su condición de nobles,
los mercaderes fueron aliados poderosos de los jefes militares, ya que les informaban
sobre las rutas y las posibilidades económicas y defensivas de otros pueblos.
Aunque, en general, toda la
tierra era propiedad comunal y pertenecía a los pueblos, los nobles tenían mayor
acceso al producto de la tierra (los frutales, las plantaciones de cacao y las salinas), no la poseían ni la trabajaban: lucraban con el trabajo de los
agricultores. Estos recibían también el pago de tributos, consistentes
generalmente en productos de la caza y la pesca, cultivos de la
milpa, miel, mantas de algodón y servicio personal.
Debajo de este complejo
estrato que era la nobleza, estaba el pueblo, la gente común llamada Yalba
Uinikoob ("hombres pequeños"), Chemal Uinicoob, Memba
Uinicoob o Pizilcan, todos ellos plebeyos. Estos nombres significan
lo mismo que el término náhuatl Macehual, frecuentemente utilizado en la época colonial.
La "gente común" era
la más numerosa y comprendía a los campesinos, pescadores, leñadores, aguadores, albañiles, artesanos, canteros, tejedores, cargadores, etcétera. El pueblo era el que cultivaba el maíz y producía los alimentos para sí mismo y para la clase noble. También
era el que cortaba, cargaba, labraba y esculpía las piedras que conformarían
los grandes edificios, el que construía las calzadas y los templos, el que decoraba sus fachadas con pinturas y mosaicos, y el que con su tributo en especie y en trabajo sostenía a la clase privilegiada.
Por debajo del pueblo se
encontraba el último peldaño en la escala social: los esclavos, (ppentoc, masculino y munach, femenino). Eran, en su
mayor parte, individuos capturados en la guerra o bien esclavizados por algún delito. También se podía nacer esclavo o convertirse en tal al ser vendido en
el comercio o al quedar huérfano.
En forma esquemática se puede
decir que la sociedad maya se dividía en cuatro grandes grupos sociales:
- La nobleza formada por sacerdotes, guerreros, burócratas y
comerciantes, ejercía el poder y se pertenecía a este grupo sólo por
nacimiento.
- Los artesanos especializados, que elaboraban los objetos
utilizados por la nobleza para vestirse, adornar sus viviendas y demostrar
su rango.
- Los campesinos que vivían dispersos en torno a las ciudades
y tributaban un tercio de lo que producían a la nobleza.
- Los esclavos, prisioneros de guerra que eran vendidos para
hacer trabajos o para ser sacrificados en determinados rituales a la
lluvia, la tierra o el sol.
Organización política
(gobierno)
En el período Clásico (290 al 909 d. C.), los gobernantes supremos recibían el título de K’inich
(Rostro solar), Ahaw Te‘ (señor Árbol), Ch’ul Ahaw (Señor
Sagrado) o Bakab (Sostenedor del Mundo). Otros nobles emparentados con
él se llamaban Ahaw (Señor).
También había gobernantes de
centros o ciudades secundarios, quienes eran llamados Sahl (Sahalo’ob
en plural) y le rendían fidelidad al Ahaw Te‘.
Durante el clásico terminal (800 al 1000 d. C.) y posclásico temprano (909 al 1451 d. C.) hubo otra forma de gobierno en la península de Yucatán: el Multepal o gobierno confederado, cuyas ciudades hegemónicas
fueron primero Chichén Itzá y después Mayapán. En el Multepal no hubo un solo gobernante, sino que el gobierno
se ejecutaba por medio de varias personas a la vez, quienes se consideraban
“hermanos”. Cada uno de los integrantes del consejo de gobierno (Multepal)
recibía el título de Ah Tepal.
Después de la destrucción de Mayapán (1451) la península de Yucatán se fragmentó en 16 ó 17 provincias independientes llamadas kuchkabal. Cada kuchkabal tenía su capital, donde residía el Halach
Wíinik ó Halach Uinik (Hombre verdadero), quien tenía autoridad militar, judicial y política.
Cada Kuchkabal se dividía en Batabilo ‘ob (Batabil en
singular) que estaban regidas por funcionarios de alto rango. Llamados Batabo
‘ob (Batab en singular). Los Batab le rendían fidelidad al Halach
Wíinik y a veces eran sus familiares. A su vez, Batabil estaba
dividido en varias Kuchkteel o unidades residenciales. Esta unidad
organizativa residía en un pueblo y estaba dividido en familias extensas. Sus
líderes se reunían en un consejo para solucionar los asuntos de gobierno y,
según parece, el Batab también formaba parte de ese consejo. Los
consejos de cada Batabil estaban integrados por los representantes de
los intereses de las familias: ah k’ ulo ‘ub (ah k’ ul en
singular) y los representantes nombrados por el Batab: ah kuch cabo
‘ob (ah kuch kob en singular). Los kuchtabal de Hocabá-Homún y Calotmul no tenían Batabes, sino que el segundo nivel de gobierno era
ejercido por los Holpop, funcionarios nombrados por las cabezas
familiares de las kuchteelo ‘ob.
El Halach Uinik era el sumo sacerdote de cada kuchkabal. Le seguía en categoría
el Ahaw Kan May o Ah K’in May. Los sacerdotes regulares se
llamaban: ah k’in, los sacrificadores: ah nakom, los que
profetizaban: chilan, otros sacerdotes de menor grado: chako’ob y
en el Yucatán moderno son los hmen. Los líderes o capitanes guerreros se
llamaban nakom, aunque el batab también tenía alto rango militar.
En las tierras altas de
Guatemala, el gobierno quiché estaba a cargo de los Ah Pop y el gobierno de los cakchiqueles a cargo de cuatro funcionarios llamados Ago, aunque dos de ellos
ejercían el poder verdadero: el ahpotsots’il y el ahpoxahil.
Organización religiosa
(personajes de la estructura religiosa)
- Halach Uinik, sacerdote y gobernador del Kuchkabal (provincia).
- Ah K’in May o Ahau
Kan Mai: sumo sacerdote.
- Ah K’in: sacerdote regular. Ah
prefijo de procedencia, Kin significa Sol, es decir "el que proviene
del Sol".
- Ah Nacom:
sacrificadores.
- Chilam: profeta.
- Chá ako’ob:
ayudantes.
La religión maya era muy
pendiente de sus dioses y eran acreedores y muy creyentes a ellos.
Organización económica
Siendo la agricultura una
actividad central en la vida de los mayas, se ha especulado mucho sobre las
técnicas agrícolas que utilizaban con más frecuencia en la época prehispánica;
si las de tipo extensivo, como el sistema de roza-tumba-quema, o las de tipo
intensivo, como el riego y las terrazas. Hay evidencias de que combinaban ambas
técnicas con otras alternativas, como la recolección, las huertas domésticas,
los camellones o campos levantados, la arboricultura, la caza y la pesca. Es
importante recordar que fue principalmente la selva tropical el tipo de
ecosistema en el que los mayas vivieron y del cual obtuvieron su alimento. Sin
embargo, las características del trópico varían mucho y es posible que las
diferencias en clima, suelo y vegetación determinaran la explotación de los
recursos naturales y el tipo de sistema agrícola utilizado. Las técnicas
debieron, pues, adaptarse a la cantidad y calidad de la tierra disponible, al
tipo de cultivos y a diversos factores socioeconómicos.
Comercio
El comercio fue indispensable para la economía, ya que en el área geográfica maya proveía grandes productos, pero los
limitaba de otros. Durante el clásico se desarrollaron grandes mercados en las
urbes que se llamaban p'polom. Tras la reorganización social de finales del
postclásico se desarrollaron los tianguis. Entre los mayas, los comerciantes hacían largos y exhaustivos
recorridos para poder abastecer a pequeños comerciantes quienes distribuían de
casa en casa los artículos exclusivos de ciertas zonas como el Jade, del Valle del Motagua en Guatemala, la indipensable Obsidiana de las fuentes del altiplano de Guatemala como El Chayal e Ixtepeque, las prestigiosas plumas del Quetzal, de los bosques nubosos de Guatemala, algodón del noreste, las conchas y el pescado de las costas. También la sal del norte,
y de fuentes del río Chixoy en Alta Verapaz, el cacao de Tabasco, Guatemala y Honduras y el pedernal de la zona Puuc. El Arte también se convirtió en un objeto
apreciado entre los nobles, y las Cerámicas Policromas
de lugares como Chamá y Nebaj en el altiplano de Guatemala se distinguieron por sus finas obras que
se han enconrado en muchos sitios distantes. Los grandes comerciantes adquirían
gran prestigio y fama entre la nobleza maya y en algunas ocasiones eran reclutados
como espías del rey.
Moneda
No existían monedas para el comercio, solamente el trueque y en ocasiones se utilizó el cacao como tal. Aunque no había un valor
exacto, un conejo valía 10 semillas. El cacao conservó sus usos económicos durante un
breve periodo del dominio español: El 17 de junio de 1555, por orden
del Virreinato de la Nueva España, el cacao pudo ser intercambiado con monedas europeas al equivaler un Real español a 140 semillas de cacao, en 1575 bastaban 100 semillas de cacao para un real y al final de ese siglo
eran 80 por un real.
Propiedad de la tierra
Los gobernantes supremos
(ahau) otorgaban tierras a sus súbditos, según su rango social y división del
trabajo se otorgaban parcelas de terreno cultivable por una familia para su
subsistencia, para pagar tributo y para comercio en una extensión que llenara
la capacidad de producción para cubrir los requisitos antes expuestos. No debe
confundirse bajo ningún motivo con un sistema comunal, ya que la tierra
pertenecía al ahau, que la podía retirar en cualquier momento y utilizarla para
sus propios fines como una propiedad personal más que como propiedad de la
ciudad-Estado maya que gobernara.
Transporte marítimo
El transporte marítimo tuvo
gran importancia en el desarrollo del comercio y por lo tanto de su economía.
Sus embarcaciones más tempranas tenían como base el remo y carecían
de la vela. Con estas
primeras embarcaciones costearon la Península de Yucatán y lograban
salir de la peligrosa barrera coralífera ayudándose de faros que les indicaban
las distancias, peligros, así como las salidas al mar. También navegaron por
los ríos de Tabasco, Chiapas, Guatemala y Honduras. Se estima que en esas embarcaciones
se podían transportar de veinte a cuarenta personas, incluyendo sus mercancías.
Existen evidencias de que arribaron a las tierras de Honduras y es posible que
hayan llegado hasta Panamá. Primeramente las embarcaciones estaban adaptadas para navegar en agua
dulce, después se fueron adaptando al mar, gracias a que diferenciaron e
hicieron distinción entre la proa y la popa
Transporte terrestre
Existía gran diversidad y
complejidad entre las extensas redes de carreteras y caminos. Son dignos de
importancia los Sacbe'ob (Sacbe en singular) que significan
"caminos blancos". En general, la construcción de las carreteras y
caminos se realizaban mediante todo un conjunto de procedimientos laboriosos.
En primer lugar, se podaba el camino previamente determinado, después, con la
ayuda de gigantescas moles de piedra, alisaban la tierra. Posteriormente se
cubrían con arena calcárea con el fin de que la maleza no obstruyera la
vialidad, y por último, se cubrían con estuco. Un Sacbé muy conocido es
el que comunica a Cobá con Yaxuná, y posee cien kilómetros de distancia.
A pesar de que conocieron la
rueda, solo la utilizaron en la elaboración de juguetes artesanales que hacían
representando animales cuadrúpedos con una rueda en cada pata. Sin embargo, lo más indispensable para
poder lograr un excelente vehículo de transporte, no son las ruedas en sí, sino
los 'rayos' o radios de ellas. La carencia de animales de tiro no explica por tal motivo, la inexistencia de carros, tanto como los mencionados radios.
Principales pueblos o naciones
mayas
Entre los mayas existieron
diferentes tribus que se agrupaban de acuerdo a sus actividades productivas afines (como
por ejemplo los putunes que se dedicaban a la pesca y al comercio marítimo) o de acuerdo a sus linajes y/o genealogías (un ejemplo notable son los cocomes del noreste de la Península de Yucatán). Las tribus más conocidas fueron:
Principales jurisdicciones
mayas
- Itzá: Adquirieron su nombre probablemente en honor a Itzamná (personaje casi mítico), ya que él guio a los itzáes; Itzamná,
a su vez, significa Substancia del Cielo o Rocío de las Nubes
y es considerado como el forjador de la cultura maya peninsular. La
tradición oral indica que Itzamná (también llamado Zamná) fue quien puso nombre a toda cosa, descubrió las virtudes
medicinales de las plantas; inventó el alfabeto y los jeroglíficos mayas.
A su muerte fue deificado por su pueblo, que le erigió algunos templos; se
dice que fue sepultado en las pirámides de Izamal.
Según el Chilam Balam de Chumayel, procedían del sur, en el año 435 fundaron la población de Siyancaan
Bakhalal (de Syan Caan, nacimiento, y bakhalal, lugar de
carrizos), hoy Bacalar. Los expertos creen que los hallazgos de la zona
arqueológica de Kohunlich, situada a 66 km de Chetumal, pueden rectificar esta fecha, pues los mascarones que allí se hallan
muestran rasgos olmecoides y ciertas influencias teotihuacanas. Aunque las
edificaciones más tempranas datan de los años 250 y 300, sus constructores
debieron permanecer allí cientos de años, a juzgar por la magnitud de la plaza
ceremonial, semejante a la teotihuacana, aunque mucho más grande. A pesar de
esto, la relación de Chumayel indica que los itzáes permanecieron 60 años en
Bakhalal; que en el periodo de 495 a 514 fundaron Chichén Itzá, que abandonaron para radicar en Champotón hasta
928-948; y que, tras una peregrinación de 40 años, volvieron a Chichén, ya con
la mezcla de las culturas tolteca y chichimeca. Podemos encontrar restos arqueológicos de esta tribu en norte y este
de Campeche; centro y norte de Yucatán; y norte de Quintana Roo. Tayasal en Petén, Guatemala fue su última capital.
- Xiú: Se establecieron en el norte-noreste de Campeche, noroeste de Yucatán y oeste de Quintana Roo. Entraron a la Península de Yucatán desde Petén, fundaron la esplendorosa ciudad de Uxmal que fue capital de su reino. Llegó a existir una época donde
guerrearon con los itzáes de Chichén Itzá hasta que llegó el príncipe Kukulkán y puso paz entre las tribus o reinos, fundando la nueva capital de
Mayapán (que significa Bandera de los Mayas). Su gobernante más destacado
fue Ah Mekat Tutul Xiu procedente de Nonohual, se estableció en Uxmal en el lapso de 987 a 1007 y éste, junto con los itzaes fundaron la
Liga o Confederación de Mayapán, que incluyó a los señoríos de Chichén Itzá, Uxmal, Mayapán, Itzamal, Tulum, Ichpatún y otros. Esta alianza existió desde el periodo 987-1007
hasta el de 1175-1185, pues en 1194 los itzaes abandonaron nuevamente Chichén Itzá para ir a establecerse en el Petén, en virtud de la guerra que les hizo Hunacc Ceel, jefe cocom de Mayapán. Se da como fecha de de la fundación de Mayapán el año de 1047 y
el de su destrucción el de 1254. Ésta acaeció porque, habiéndose enamorado
los señores o príncipes de Chichén Itzá y Mayapán de la misma doncella, se hicieron la guerra, y el de Mayapán,
auxiliado por soldados mexicas, destruyó a Chichén y a Izamal. Luego el
rey de Uxmal se levantó en armas contra el de Mayapán, cuya ciudad ocupó y gobernó despóticamente, destruyéndola al
final. Un descendiente del último rey de Mayapán fue a fundar otro lugar,
que llamó Tibolón, donde brevemente gobernaron los cocomes, otra tribu
maya que conocieron los primeros exploradores españoles del siglo XVI. Los últimos descendientes de los xiús se asentaron en Maní,
adoptándola como capital de cacicazgo.
- Cocom: Se establecieron primordialmente en el norte de Quintana Roo y
noreste de Yucatán. Los cocomes ejercieron la hegemonía hasta el período
1441-1461, en que fueron derrotados por los descendientes de los itzáes,
esta vez auxiliados por xiús. Entre 1461 y 1500 aparecieron los
cacicazgos, pequeños dominios sin unidad ni autoridad común, cuya
población fueron diezmando las epidemias, los huracanes y las guerras que
se hacían entre sí, estimuladas por la rivalidad irreconciliable de los
xiús y los cocomes. Su gobernante más destacado fue Hunacc Ceel. Los últimos descendientes de los cocomes se asentaron en Sotuta,
adoptándola como capital de cacicazgo.
- Putún: Algunas investigaciones indican que provenían de Campeche y su cacicazgo se llamaba Champotón.
En Chiapas y Tabasco:
- Chontal: Se establecieron en la planicie de Tabasco conocida como La Chontalpa.
- Zoque: Se localizaban en la Chontalpa y sierra de Tabasco; y en el oeste
y norte de Chiapas.
- Tzotzil: Se asentaron en el centro y este de Chiapas.
- Tzeltal: Se asentaron en el centro y este de Chiapas.
- Tojolabal: Se ubican en la selva y las cañadas de Chiapas, hablado por
58.000 habitantes.
- Lacandón: Su núcleo inicial fue en la mítica Lacan-Tún en Chiapas
(centro y este).
En Guatemala:
- Ki'che'´: Pueblo con gran
diversidad dialectal, cuyos hablantes se estiman en aproximadamente
1.000.000 de personas, en los actuales departamentos de Sololá, Quetzaltenango, El Quiché y Totonicapán, su capital principal en tiempos precolombinos fue Q'umarkaj o Utatlán.
- Kek'chi': En Alta Verapaz, Izabal y sur del Petén, hablado por 726.723 personas.
- Mam: En Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango, hablado por 519.664 personas. Su Capital fue Zaculeu
- Kaq'chiquel:En Sacatepéquez y Chimaltenango, hablado por 475.889 personas. Su capital fue Iximché.
- Q'anjob'al: En San marcos y Huehuetenango, hablado por 99.211 personas.
- Pokom'chi': En Baja Verapaz, y El Progreso, hablado por 69.716 habitantes.
- Ixil: En Huehuetenango, El Quiché y Alta Verapaz hablado por 69.137 habitantes.
- Tz'utujil: Pueblo que habita desde finales del siglo XIII las regiones del
sur de Sololá y el norte de Suchitepéquez, establecidos principalmente a la orilla del lago de Atitlán dónde habitan los pueblos de Santiago Atitlán, San Pedro la
Laguna, San Lucas Tolimán, San Juan la Laguna y Santa María Visitación,
así como el municipio de Chicacao en las tierras tropicales de la costa
del pacífico guatemalteco. En la actualidad hablan esta lengua unas
100.000 personas y su capital principal en tiempos precolombinos fue Chutnamit conocida en el Popol Vuh como Ajtziquinahay.
- Jacalteco (Popti'): En San Marcos y Huehuetenango, hablado por 38.350 habitantes.
- Chuj: (Rama Chol), en Huehuetenango, hablado por 38.253 personas.
- Pokomam: En Chiquimula, y Jutiapa hablado por 31.000 habitantes. Su capital fue Mixco Viejo.
En Belice:
- Kek'chi'
- Mopán
En Honduras:
- Chortí
En El Salvador:
- Chortí: Se establecieron en la
parte al norte del Río Lempa (parte de lo que ahora son los departamentos de Santa Ana y Chalatenango, desde el siglo XIII empiezan a ser influenciados por los pipiles.
- Pokomam: Se Establecieron en
gran parte de lo que ahora son los departamentos de Santa Ana y Ahuachapán. Sus capitales fueron: primeramente Chalchuapa y después Atiquizaya, hasta que fueron conquistados por los pipiles en el siglo XV.
Pueblos mayas minoritarios
- Chel: La capital de su jurisdicción era Tecoh.
- Chan: Su cacicazgo era el de
Maxcanú, en el noroeste de la Península.
- Cupul: Su cacicazgo se encontraba al oriente de la Península, con
capital en Zací, asiento de la actual Valladolid. En 1533
obligaron, junto con los cocomes a Francisco de Montejo y León "el Mozo" a abandonar sus territorios.
En Chiapas y parte de Tabasco
- Xonuta: Se localizaba en la
parte noreste de Tabasco.
- Chilapan: Se
localizaba en la parte central de Tabasco
- Chiapa: Se localizaban en el
centro y este de Chiapas.
- Tojolabal: Se
localizaban en el centro y este de Chiapas.
- Petén: es un género de los
mayas que utilizaban cuando se iban de caza.
En Guatemala
- Awakateko en Huehuetenango, hablado por 16.272 personas
- Ch'orti' en Chiquimula, hablado por 9.105 personas.
- Sipakapense, en San Marcos, hablado por 6.344 personas.
- Akateko, en Huehuetenango, hablado por 5.572 personas.
- Sakapulteko en El Quiché, hablado por 3.940 personas.
- Tektiteko en San Marcos, hablado por 1.241 personas.
- Uspanteko en El Quiché, hablado por 1.231 personas.
- Mopán, en El Petén, hablado por 468 personas.
- Itza', en El Petén, hablado por 123 personas.
Manifestaciones culturales
Religión
Dominando la mayoría de los
aspectos de la vida de los mayas, se encontraba la religión, siempre presente y
dejando sentir su influencia en los ritos agrícolas, en las ceremonias
públicas, en el arte y la cultura. Su importancia fue muy grande, si se toma en
cuenta que estuvo fuertemente ligada al control político, a la ideología que
sustentó a la civilización maya y que, como las ciencias, estuvo también en
manos de un grupo especializado, el de los sacerdotes. La religión maya tenía
tres características fundamentales:
- Religión politeísta: Se adoraba a varios dioses a la vez.
- Religión de Aspectos Naturalistas: Los dioses eran los elementos, los fenómenos atmosféricos y los
cuerpos celestes.
- Religión Dualista:
Partía del principio de que el bien y el mal son igualmente divinos. Los
dioses del bien estaban en constante lucha con los dioses del mal, pero
eran tan inseparables uno del otro como el día y la noche. Otros ejemplos son: el padre fecundante y la madre fecundada; la vida y la muerte (lo más parecido que podemos encontrar es tal vez el yin y el yang). Los destinos de la humanidad se veían afectados siempre por esta
lucha. Los dioses benévolos producían cosas positivas, como el trueno, el rayo, la lluvia, el maíz y la
abundancia. A los dioses malévolos en cambio, se les atribuía el hambre y la miseria causadas por los huracanes, las sequías y la guerra sembradora de muerte y destrucción. Un excelente ejemplo de esto
es una representación en un códice en la que Chac, dios de la lluvia, planta un árbol, mientras que a su lado Ah Puch, dios de la muerte, lo arranca y
lo rompe en dos.
- Hunab Kú: (Su nombre significa "dios creador de todo ") Dios
Creador. El concepto de Hunab Ku es relativamente reciente. Su referencia
más antigua proviene de la época de la colonia. Era según estas referencias el principal dios maya, creador del
mundo y de la humanidad a partir del maíz. En
relación con esto, Domingo Martínez Paredes en su libro Hunab Ku,
Síntesis del pensamiento filosófico maya, nos dice:
Analizados detenidamente los
conceptos éticos y estéticos del pueblo maya, desde las obras materiales hasta
las del intelecto, fuimos llegando a conocer —gracias al análisis lingüístico y
filológico—, la realidad de la expresión hunab ku, como "dador del
movimiento y la medida", ya que los elementos de que se compone lo revelan
así: hun, "único", "solo"; nab,
"medida" y "movimiento" y ku o kub,
"dador".
Domingo
Martínez Paredes
- Itzamná, también llamado Zamná: señor de los cielos, la noche y el día e hijo
de Hunab kú. Posiblemente se manifestaba también como Ahau o Kinich kakmó, el dios del sol. Se le
representa en los códices como un anciano de mandíbulas sin dientes, carrillos hundidos, nariz aguileña y algunas veces barbado. Se le atribuye la invención de la escritura, del calendario y por tanto, su origen se remonta a los principios de la historia maya.
- Kukulkán: representaba al dios viento llamado también serpiente emplumada,
traída del Altiplano central por putunes itzáes y toltecas.
- Ix Chebel Ya'ax: esposa de Kinich Ahau.
- Kinich Ahau: dios Sol, hijo
de Itzamná.
- Ixchel: diosa de la Luna, las
inundaciones, el embarazo, el tejido y esposa de Itzamná. Se presenta como una anciana vaciando un
cántaro sobre la tierra o también como una anciana tejiendo con un telar de cintura.
- Chaac: dios de la lluvia que se divide en los 4 rumbos cardinales, este (rojo), norte
(blanco), oeste (negro) y sur (amarillo). A Chac, dios de la lluvia, se le
representa con una nariz parecida a una trompa y dos colmillos enrollados que le salen de la boca y se
dirigen hacia abajo. El adorno que lleva en la cabeza, es por lo general una faja anudada, y el jeroglífico de su nombre tiene un ojo que en
el códice Tro-Cortesiano, toma decididamente la forma de una "T".
Era el dios de mayor ascendencia popular, al ser por extensión dios de la fertilidad y de la agricultura. Imagen de Chac.
- Wakax Yol K'awil o Nal: dios del maíz o de
la agricultura (existen versiones alternativas con el nombre de Yum Ka'ax).
Señor de los bosques, se presentaba siempre como un joven y algunas veces con una mazorca de maíz en la cabeza o sosteniendo una vasija con tres mazorcas.
- Ah Puch, Kisin, Kimilo Hun Ahaw: dios de la muerte. Imagen de Ah Puch.
- Yum kaax Dios del Maíz y de la guerra
- Xaman Ek: Estrella del norte (probablemente sea la Estrella Polar).
- Ixtab: diosa del suicidio, esposa de Kisin.
- Ek Chuah: escorpión negro de la guerra, patrono del cacao y los mercaderes.
- Ik: dios del viento.
- Kakupakat: dios de la guerra.
Hay un dios que preside la
guerra, los sacrificios humanos y la muerte violenta. Los dioses principales o
más conocidos son, Kukulkán en el Período Posclásico, Chac, Itzamná, Ah Muken Kab (el dios descendente), y trece dioses del mundo superior (Oxlahun Ti
K'u) y nueve del inframundo (Bolon Ti K'u).
Concepción del Mundo
Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja. Sobre cada cielo
presidían trece dioses, llamados los Oxlahuntikú. Bajo la tierra había
otros nueve cielos, también en capas, sobre los que presidían los Bolontikú.
El último de estos cielos era el Mitnal, el infierno maya, reino de Ah Puch, señor
de la muerte.
Creían que, antes que el suyo,
habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual
era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabes,
localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo maya se encontraba el Yaxché, o ceiba
sagrada, cuyas ramas se elevaban a
los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.
Ritos
Las pirámides son sus templos y los fieles asistían a las ceremonias al aire libre, abajo y al
frente, de la pirámide-templo. Solicitaban de sus dioses los dones de la vida, la salud y el
sustento, a cambio de los cuales realizaban una serie de ofrendas y de
ceremonias purificadoras inmersas en un complejo ritual. Practicaban los
flechamientos y arrojaban a los niños, doncellas y piezas de oro al Cenote Sagrado de Chichén Itzá, como ofrenda al dios Chaac. El autosacrificio tenía muchas variantes, como por ejemplo cuando
ellos se sacaban sangre de diversas partes del cuerpo con punzones de hueso o espinas de maguey y ofreciéndolas en tiras de papel.
Sylvanus G. Morley, en su obra
«La civilización maya», observa que
"Las oraciones formaban
un elemento esencial del ritual maya, y la ayuda de los dioses se buscaba en
todo género de actividades, en la adivinación, profecía y horóscopos, en los
ritos de la pubertad y del matrimonio, en toda clase de ceremonias generales,
para librarse de dificultades, y para reprimir al diablo que las causaba, para
conseguir la maternidad para una mujer sin hijos, para expulsar a los espíritus
malignosantes de comenzar cualquier ceremonia, para evitar la sequía y las
plagas de langosta que producían el hambre, la enfermedad, el robo y la
discordia y cambios dinásticos y jerárquicos que conducían a la guerra, y para
tener éxito feliz en toda clase de empresas, agricultura, caza, pesca,
comercio".
Sylvanus G
Morley
La danza era también una parte importante del ritual. Tanto hombres como mujeres tenían sus bailes particulares y rara vez
bailaban juntos. El baile de Holcan Okot, por ejemplo, era realizado por
800 guerreros que se movían con precisión absoluta mientras invocaban la ayuda
y protección de Kakupakat.
Las fiestas dedicadas a los dioses se celebraban en las fechas fijas establecidas
por el tzolkin o calendario ritual. Los sacerdotes organizaban las ceremonias, la
ornamentación de los templos y la presentación de las ofrendas. Había también
juegos de pelota (pot-a tok), dramatizaciones, procesiones y otros festejos.
Elementos de las ceremonias
- Los autosacrificios. Se perforaban la lengua, los lóbulos, y órganos sexuales y ofreciendo la sangre recogida. La sangre se quemaba junto con papel, resinas vegetales, hule y los
instrumentos mismos del autosacrificio como las espinas de mantarraya, las cuerdas, etc.
- Los sacrificios de animales.
- Los sacrificios humanos (prisioneros de guerra, esclavos o personas escogidas por su
nacimiento), a quienes se les extirpaba el corazón o decapitaba.
- Los bailes, cantos, dramatizaciones, rezos.
- El ayuno y la abstinencia sexual.
- El uso de hongos alucinógenos, bebidas fermentadas (balché), tabaco silvestre, comidas
especiales y flores psicotrópicas.
- Las ofrendas de animales, plantas, flores, estatuas, incienso, ornamentos (plumas, conchas), turquesa, obsidiana, jade, cobre y oro, entre
otros.
Los mayas tuvieron un
calendario para diversos festejos y ceremonias. Entre las ceremonias que aún se
practican tenemos al Ch’a Chaak, encabezada por el H-men (especie
de Chamán), para invocar a los Chaques, ayudantes del dios de la lluvia cuando la
temporada de lluvias se retrasa. Se creía que las cuevas de la península,
especialmente Loltún y Balankanché, eran lugares para entrar al inframundo. A mediados del siglo pasado, en la Guerra de Castas, tuvo una actuación destacada la Cruz Parlante, elemento propio de la
religión maya, la cual es independiente de la cruz cristiana. La Cruz Maya la
vemos en Palenque (Chiapas) y es una estilización del árbol cósmico o de la planta del maíz. Esta
cruz es un símbolo de las 4 direcciones o ángulos del mundo y deidad por sí
sola. El uso de la Cruz Parlante entre los mayas participantes en la Guerra de
Castas (mediados del siglo pasado) fue un factor que los unió y los hizo
resistir situaciones muy difíciles. La localidad donde se localizó la Cruz
Parlante se le conoció como Chan Santa Cruz y ahora como Felipe Carrillo Puerto. Es importante recalcar que la Guerra de Castas permitió a los mayas
recuperar la soberanía en un territorio y éste es el único caso en su tipo en
América. Actualmente se sigue venerando a la cruz y se le viste con hipiles
(vestidos típicos), espejos, flores y diversos adornos entre los mayas de Yucatán y los tzotziles de Chiapas.
La muerte en la religión maya
Según la religión maya,
después de la muerte el alma emprende un camino a Xibalbá (Metnal, Mundo Subterráneo o Inframundo), donde debe atravesar un río ayudado de un perro (el xoloitzcuintle). El hecho de portar una pieza de jade le facilitará las cosas. El peregrinaje terminará en el sur a donde
llega el alma (el inframundo para las culturas nahuas —entre ellos los
aztecas o mexicas— se asocia con el norte y el color negro; para los mayas con
el sur y el color amarillo). Sin embargo, hay un paraíso en el cielo donde las
almas afortunadas de los guerreros muertos en combate (muerte sagrada)
acompañan al Sol.
Entre los diversos tipos de muerte
sagrada en Mesoamérica se encuentran: las mujeres embarazadas muertas en el primer parto; las
personas ahogadas, suicidadas, muertas de lepra o sacrificadas y los guerreros
muertos en batalla pues la calidad de vida (buena o mala) no importaba tanto
como la forma de morir. Al final, las almas de los que morían sagradamente
también descendían al inframundo. Los mayas consideraban que el alma de una
persona que iba al inframundo renacía (renacimiento) en un individuo de la
misma especie, sin ningún recuerdo de la vida anterior. Se debe recordar que al
interactuar la gente del centro de México con los mayas, en ocasiones vamos a
encontrar ideas religiosas, y de otros tipos, entrelazadas y debemos ser cautos
para distinguir en lo posible, si son ideas mayas o de otros lugares.
Así mismo los mayas
conservaban los cráneos de sus antepasados y les hacían ofrendas de alimentos (rito a los
antepasados).
Sacrificios humanos
Los sacrificios humanos eran una práctica común en los pueblos de Mesoamérica. Para poder explicar mejor el origen de los sacrificios humanos debemos
entender la razón de la creación del hombre en un libro sagrado de los mayas:
el Popol Vuh. En este libro quiché se relata el modo en que los dioses originales
acordaron crear al mundo, ya que el mundo servirá como habitación del hombre. La misión del
hombre es venerar y alimentar a los dioses. Pero del mismo modo en que los
hombres comen maíz, y éste es un alimento material; los dioses en tanto seres
sobrenaturales debían alimentarse de un alimento sobrenatural: la energía cósmica
que se encontraba en la sangre y el corazón de los sacrificados.
Algunos autores (entre ellos Marvin Harris) argumentaron que el sacrificio humano en Mesoamérica se debía a la
necesidad proteínica de los pueblos de la región. Sin embargo, hay que señalar
que aunque se practicó el canibalismo, éste no fue nunca extensivo a toda la población ni cotidiano. El
canibalismo era un acto ritual del que estaban excluidas las clases más bajas
de la sociedad. Además, el sacrificio mortal no era el único tipo de sacrificio
que practicaron los mesoamericanos, como muestran las pinturas de Bonampak, donde es posible observar a miembros de la clase dirigente (hombres y
mujeres) punzándose la lengua hasta sangrarse. El propósito era ofrecer su sangre,
que por ser de una persona más arriba de la estructura era más valiosa y
apreciada por los dioses.
El juego de pelota
Los mayas concebían al juego de pelota como un ritual. El juego de pelota representa los orígenes del universo y pretende reactivar los mitos de la creación del maíz y otros fenómenos astronómicos. Éste es un rito
de iniciación, muerte y renacimiento que legitima la acción militar y el poder
político. La lucha (de jugadores, astros o la pelota) puede representar el
encuentro entre los gemelos (del Popol
Vuh) y los dioses del inframundo.
Este juego tuvo diversas variantes según la época y el lugar, por general se
utilizaba una pelota hecha de caucho que se golpeaba con la cintura, las
rodillas, los hombros y los codos.
El objetivo del juego era
hacerlo pasar por un delgado anillo que se colocaba en una de las paredes del
campo de juego aun en la actualidad es practicado en Guatemala en su forma
ritual y en México en una nueva forma de expresión turística o puramente
deportiva.
En otros lugares, donde los
campos de este juego carecen de anillos-marcadores, se cree que el ganador se
decidía por el equipo o jugador que ganara líneas en la cancha hasta acorralar
al adversario (como en el fútbol americano).
El número de jugadores varía y
en ocasiones los jugadores usaban “raquetas” o bastones. Se protegían el pecho y la cabeza, evitando los fuertes
golpes de la pelota. El juego podía durar día y noche y no hay fuentes históricas donde se
hable del sacrificio humano o donde el derrotado era decapitado.
Algunos historiadores estiman que el jugador que perdía la vida era, en realidad, un
prisionero de guerra, obligado a jugar por los victoriosos. Este
jugador-prisionero de guerra débil, cansado y con heridas perdía el juego, era
sacrificado y formaba parte de un rito de fertilidad pues iba a un paraíso. No siempre este juego terminaba con sacrificios humanos, pues se hacía
apuestas y lo perdido era sólo lo apostado (según fuentes históricas aztecas).
En algunos campos mayas de Guatemala y Honduras el jugador que vencía perseguía
a los asistentes ya que por regla tenía derecho de despojarlos de las
pertenencias que más le gustaran.
Las artes
El arte maya clásico (300 a 900 d.C.) es
apreciado por su excelente manufactura. Los tallados y relieves en estuco de Palenque y el estatuario de Copán son especialmente finos, muestran
una gracia y observación precisa de la forma humana que recordó a los primeros
arqueólogos las formas de la civilización clásica del Viejo Mundo —de allí el nombre dado a esta época de la historia mesoamericana. Las
Estelas más grandes y finas se encuentran en Quiriguá. La mayor parte de las piezas que han sobrevivido son órdenes de alfarería funeraria y
de cerámica de uso cotidiano y ritual. Los Murales más antiguos y mejor
conservados son los de San Bartolo, en Petén. En Bonampak fueron descubiertos murales antiguos que sobrevivieron por un
afortunado accidente que los conservó hasta el día de hoy (aunque poco a poco
se deterioran por el turismo en la región). En la actualidad sobrevive una obra de teatro, el Rabinal Achí.
Arquitectura
Durante esta época de la
cultura maya, los centros del poder religioso, comercial y burocrático
crecieron para convertirse en increíbles ciudades como la preclásica El Mirador, la mayor del clásico Tikal y las posclásicas Chichén Itzá y Uxmal. Debido a sus muchas semejanzas, así como a sus diferencias
estilísticas, los restos de la arquitectura maya son una clave importante para
entender la evolución de su antigua civilización.
Mientras las ciudades mayas se
dispersaban por la diversa geografía de Yucatán y Guatemala, el efecto de la
planeación parecía ser mínimo; sus ciudades fueron construidas de una manera
orgánica (aparentemente descuidada), adaptándose a la topografía de cada ubicación en particular. La arquitectura maya, como la del
resto de Mesoamérica, tendía a integrar un alto grado de características
naturales. Por ejemplo, algunas ciudades existentes en las planicies de piedra
caliza en el norte de Yucatán se convirtieron en poblaciones muy extensas,
mientras que otras construidas en las colinas del río Usumacinta utilizaron los altillos naturales de la topografía para elevar sus torres y templos a grandes alturas. Aún así prevalecía algún orden, requerido
por cualquier ciudad de grandes dimensiones. Un elemento básico lo eran las
cuevas ya sea naturales o artificiales, así como las pirámides que hacían las
veces del inframundo Xibalbá y el contacto con los dioses del supramundo. Esto es muy notorio en una
ciudad como Cancuén, la cual carece de pirámides importantes, pero tiene el Palacio más
grande de los mayas, la ciudad está rodeada de montañas naturales witz
con cuevas, por lo que no tuvieron que construirlas. Al comienzo de la
construcción a gran escala, generalmente se establecía un eje predeterminado en
congruencia con ciertos puntos notables de observación astronómica y
dependiendo de la ubicación y la disponibilidad de recursos naturales (pozos o cenotes). La ciudad crecía conectando grandes plazas con las numerosas
plataformas que formaban los cimientos de casi todos los edificios mayas, por medio
de calzadas sacbeob. Las principales ciudades mayas como El Mirador y Tikal fueron más grandes que las del centro de México o el valle de
Oaxaca.
En el corazón de las ciudades
mayas existían grandes plazas rodeadas por sus edificios gubernamentales y
religiosos más preciados, como la acrópolis real,
grandes templos de pirámides, y ocasionalmente canchas de juego de pelota.
Inmediatamente afuera de este centro de rituales estaban las estructuras de los
menos nobles, templos más pequeños, y santuarios individuales. Esencialmente,
mientras menos sagrada e importante era una construcción, mayor era el grado de
privacidad. Mientras se añadían más estructuras, y las existentes se
reconstruían o remodelaban, las grandes ciudades mayas parecían tomar una
identidad casi aleatoria que contrasta profundamente con otras grandes ciudades
mesoamericanas, como Teotihuacan y su construcción rigurosamente regida por dos ejes perpendiculares.
Aún así, aunque la ciudad se disponía de la forma en que la naturaleza dictara,
se ponía cuidadosa atención en la orientación direccional de los templos y observatorios para que fueran construidos de acuerdo a la interpretación maya de las órbitas de las estrellas. Afuera del centro urbano constantemente en evolución, estaban los
hogares menos permanentes y más modestos de la gente común.
El diseño urbano maya podría describirse fácilmente como la división del espacio en
grandes monumentos y calzadas. En este caso, las plazas públicas al aire libre eran los lugares de
reunión para las personas, así como el enfoque del diseño urbano, mientras que
el espacio interior era completamente secundario. Sólo en el Posclásico Tardío
las grandes ciudades mayas se convirtieron en fortalezas que carecían, en su
mayor parte, de las grandes y numerosas plazas del clásico.
Materiales de construcción
Un aspecto sorprendente de las
grandes estructuras mayas es su carencia de muchas tecnologías avanzadas que
podrían parecer necesarias para tales construcciones. Careciendo de
herramientas de metal, poleas, y quizá incluso la rueda, la arquitectura maya requería una cosa en abundancia: fuerza humana.
Los materiales restantes parecen haber estado fácilmente disponibles. Toda la
piedra para las estructuras mayas parece haber sido tomada de canteras locales;
con frecuencia era piedra caliza que, recientemente extraída, permanecía suficientemente blanda como
para ser trabajada con herramientas de piedra, y sólo se endurecía pasado un
tiempo, al perder su humedad natural. Además del uso estructural de la piedra
caliza, utilizaban piedra caliza aplastada, quemada y batida que poseía
propiedades similares al cemento, y era usado ampliamente tanto para acabados de repello, como para unir
piedras; sin embargo, futuras mejoras en sus técnicas de extracción de piedra
redujeron la necesidad de este acabado de piedra caliza, ya que sus piedras
comenzaron a encajar casi perfectamente, aun así, permaneció como un elemento
crucial en algunos techos adintelados (de columnas y vigas). En el caso de las casas comunes, los materiales más utilizados eran
los postes de madera, caña, adobes, y paja; sin
embargo, también se han descubierto lo que parece ser casas comunes de piedra
caliza. También debe notarse que en la ciudad de Comalcalco, se ha encontrado ladrillos de barro cocido como sustituto de las piedras, debido a la falta de piedra en su
entorno.
Proceso de construcción
Toda la evidencia parece
sugerir que la mayoría de edificios se construyeron sobre una plataforma pétrea
que variaba en altura, de menos de un metro, en el caso de terrazas y
estructuras menores, a 45 metros en el caso de los grandes templos y pirámides. Un tramo de empinados escalones de piedra partía las grandes
plataformas escalonadas en al menos uno de los lados, contribuyendo a la común
apariencia disimétrica de la arquitectura maya. Dependiendo de las tendencias
estilísticas prevalecientes del área, estas plataformas eran construidas de un
corte y un exterior de estuco relleno de gravilla densamente compactada. Como
en el caso de muchos otros relieves mayas, aquellos en las plataformas a menudo
se relacionaban con el propósito de la estructura en la que residían. Después
de que las plataformas pétreas eran completadas, las grandes residencias y
templos de los mayas eran construidos encima. Mientras se construían todas las
plataformas, parece haberse puesto poca atención a su funcionalidad utilitaria,
y mucha a su estética exterior; sin embargo, un cierto aspecto repetido, el
arco, que era utilizado a menudo para imitar la apariencia de la cabaña simple
maya, aunque no era una herramienta efectiva para incrementar el espacio
interior. Como requerían gruesas paredes de piedra para soportar el techo,
algunos templos utilizaban arcos repetidos, o una bóveda arqueada, para construir lo que los mayas se referían como pinbal,
o saunas, como los
del Templo de la Cruz en Palenque. Mientras que las estructuras eran completadas, se les añadía
extensivos trabajos de relieve; a menudo solamente al repello usado para alisar
cualquier imperfección; sin embargo, muchos tallados en dinteles han sido
descubiertos, así como tallados en piedras usadas como fachada. Comúnmente,
esto se hacía en todo el derredor de una estructura entera, conteniendo una
variedad de obras de arte relativas a los habitantes o al propósito del
edificio. Aunque no en todas las ubicaciones mayas, también se ha descubierto
un amplio uso del repello pintado.
Se ha sugerido que, junto con
el calendario maya de cuenta larga, cada 52 años, o un ciclo, los templos y pirámides se
remodelaban y reconstruían. Ahora parece que el proceso de reconstrucción era a
menudo instigado por un nuevo gobernante o por motivos políticos, en vez de la
coincidencia con el ciclo del calendario. Sin embargo, el proceso de
reconstrucción encima de estructuras viejas es de hecho algo común. Más
notablemente, la acrópolis norte en Tikal parece ser la suma total de 1.500 años de modificaciones
arquitectónicas.
1.-Sudoriental: Con gran cantidad y
calidad de monumentos labrados e inscripciones jeroglíficas. Los edificios son
de muros muy anchos, cuartos estrechos con falsos arcos mayas
escalonados y fachadas cubiertas en parte por esculturas en piedra y estuco. Ejemplo: Copán, en Honduras; Tazumal y San Andrés, en El Salvador.
2.-Petén central: De
pirámides muy inclinadas, templos con cresterías huecas y altas sobre cuartos
traseros, palacios de dos plantas con anchos muros, cuartos angostos y falsos
arcos mayas bajos. Ejemplo: Tikal, en Guatemala.
3.-Usumacinta:
Edificios tipo templos en elevaciones naturales (no plataformas piramidales)
anchos muros, cuartos angostos, altos falsos arcos mayas y cresterías de doble
muro con nichos. Ejemplo: Yaxchilán, en México.
4.-Noroccidental:
Edificios con elegantes esculturas en estuco y piedra labrada. Edificios
pequeños con grandes cuartos y altos falsos arcos mayas. Los vanos (espacios
huecos en los muros) son anchos, dando a los interiores luz y ventilación.
Ejemplo: Palenque y Comalcalco, en México.
5.-Río Bec: Edificios
de torres paralelas, esquinas redondeadas y escaleras simbólicas (las escaleras son casi verticales e imposibles de subir. El
templo tiene como puerta una simple hendidura). La decoración incluye máscaras
de forma animal y diseños geométricos. Ejemplos: Becán, Xpuhil y Chicanná, en México.
6.-Chenes: Aquí se
encuentran elementos semejantes en los estilos Río Bec y Puuc. Sus edificios
tienen fachadas en tres partes y las decoraciones forman máscaras de animales
en las puertas. También utilizaban piedras salientes sobre las molduras para
colocar estatuas, cresterías de un muro, máscaras de Chaac. Ejemplos: Hochob y El Tabasqueño, en México.
7.-Puuc: El estilo
temprano muestra puertas múltiples formadas por columnas, vanos estrechos y
acabados burdos. Ejemplos:Kabáh, México. En el estilo tardío los acabados son mejores y muy refinados,
la decoración en la parte superior del edificio incluye diseños geométricos,
máscaras de Chaac en esquinas y puertas Se caracteriza por preferir la construcción
de edificios alargados a los altos y por la construcción de palacios de muchos
cuartos. Ejemplos: Sayil y Uxmal, en México.
8.-Planicies
noroccidentales; Con dos estilos arquitectónicos: el estilo Maya Chichén
muestra semejanzas con el estilo Puuc tardío. El Maya Tolteca incluye
pirámides-templo, patios con columnas, patios-galerías y plataformas de Venus. La decoración utiliza serpientes, águilas, Chac Mool, jaguares y
diseños florales. Ejemplo: Chichén Itzá, en México.
9.-Costa oriental:
Muestra sitios arqueológicos pequeños, figuras del Dios Descendente, nichos y
perfiles humanos entre las cornisas de las esquinas. Las esquinas de los
edificios muestran muros inclinados hacia fuera. Ejemplo: Tulum, en México.
Construcciones notables
Plataformas ceremoniales
Éstas eran comúnmente
plataformas de piedra caliza de menos de cuatro metros de altura donde se realizaban ceremonias
públicas y ritos religiosos. Construidas en la forma de plataforma de
cimientos, eran a menudo realzadas con figuras talladas, y quizá tzompantli,
una estaca usada para exhibir las cabezas de las víctimas.
Palacios
Grandes y a menudo muy
decorados, los palacios generalmente se encontraban cerca del centro de una ciudad y hospedaban
a la élite de la población. Cualquier palacio real extremamente grande, o uno
que consista de varias cámaras en diferentes niveles puede ser llamado acrópolis.
Sin embargo, a menudo éstos fueron una historia y consistieron de varias
cámaras pequeñas y al menos un patio interior; estas estructuras parecen tomar
en cuenta la funcionalidad requerida por una residencia, así como la decoración
requerida por la estatura de sus habitantes. Los arqueólogos parecen estar de acuerdo en que muchos palacios son hogar de varias tumbas. En Copán, debajo de 400 años de remodelación posterior, se ha
descubierto una tumba de uno de los antiguos gobernantes, y la acrópolis norte
en Tikal parece haber sido el sitio de numerosos entierros durante finales del
periodo preclásico y principios del clásico.
Grupos E
Llamado así, por el primer
observatorio descubierto en el Grupo E de Uaxactún. Situada siempre en el lado occidental de la plaza hay una pirámide
templo con una Estela, encarando tres templos más pequeños al otro lado de la
plaza. Se ha comprobado que estos grupos E son observatorios debido al preciso
posicionamiento del sol por los templos pequeños cuando se los ve desde la
pirámide durante los solsticios y equinoccios, usando la Estela como referencia. Otras teorías parecen surgir de la
posible historia de la creación relatada por los relieves y figuras
que adornan estas estructuras.
Pirámides y templos
Con frecuencia los templos
religiosos más importantes se encontraban en la cima de las pirámides mayas,
supuestamente por ser el lugar más cercano a los cielos. Mientras que descubrimientos
recientes apuntan al uso extensivo de pirámides como tumbas, los templos en sí parecen raramente haber contenido entierros. La
carencia de una cámara de entierros, sin embargo, permitía a los mayas sagrados
el acceso, a lo sumo, a tres cuartos pequeños para ser usados para varios
propósitos rituales. Situados en la cima de las pirámides, a más de 60 metros
de altura, como en El Mirador, los templos eran impresionantes estructuras decoradas. Comúnmente
tenían una cresta en el techo, o un gran muro superficial, estos templos
pudieron haber servido como hitos propagandísticos. Como eran ocasionalmente
las únicas estructuras que excedían la altura de la selva, las crestas sobre los templos eran a menudo esculpidas con
representaciones de los gobernantes que podían ser vistos desde grandes
distancias. Debajo de los orgullosos templos estaban las pirámides que eran, en
última instancia, una serie de plataformas surcadas por empinados escalones que
permitirían el acceso al templo.
Otro concepto arquitectónico
desarrollado en torno a las pirámides es el referido a las estructuras triádicas que desde el periodo preclásico medio caracterizaron a las ciudades mayas, particularmente las desarrolladas
en las tierras bajas mayas del Petén guatemalteco, y que trascendieron hacia la península de Yucatán y otros lugares más occidentales de Mesoamérica
Canchas de juego de pelota
Como un aspecto integral del
estilo de vida mesoamericano, su juego de pelota ritual y sus canchas fueron construidos por todo el
imperio maya, a gran escala. Rodeada por dos lados por rampas escalonadas que
dirigían a las plataformas ceremoniales o a templos pequeños, la cancha de
juego de pelota tenía una forma de I mayúscula y se encontraba en todas las ciudades mayas, excepto en las
más pequeñas.
Éste se originó hacia el
2500 a. C. hasta el desarrollo del juego en el área maya en la región
de los olmecas del Golfo de México. Los olmecas habitaban un territorio
llamado "Olman" que significa "El País del Hule", en esta
región existen unas esculturas que han sido ubicadas históricamente en el
periodo preclásico (1800-100 a. C.). Algunos especialistas afirman
que las colosales cabezas olmecas de piedra poseen una especie de casco en la cabeza. El juego de Pelota tuvo un papel ritual, político y
posiblemente económico. El juego de Pelota simboliza la lucha entre las fuerzas
opuestas del universo, es la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, la pelota en constante movimiento representa al movimiento de los astros y las fuerzas de la creación.
Arte con plumas
Fue una manifestación
artística muy apreciada en la cual utilizaban, sobre todo, las plumas de quetzal, para la elaboración de penachos y otros adornos.Los penachos variaban
en forma y tamaño según la posición que ocupaban.
Cerámica
Fue rica y variada desde vasos
y platos hasta objetos para culto. En su mayoría los objetos eran pintados con
motivos geométrico aunque también representaban animales y figuras geométricas.
La cerámica tiene paredes muy delgadas, formas simétricas, tintes de base caliza
con paredes pulimentadas, muchos colores y excelente terminado de acuarela. Las piezas se cocían a temperaturas de hasta 800 grados en hornos abiertos. Las decoraciones incluyen textos escritos en maya con escenas
de nobles, episodios militares, imágenes de gobernantes, de seres sobrenaturales, etc. Esto nos hace pensar que fueran hechas por artesanos nobles y
firmadas por ellos para poder afianzar alianzas y como ajuar funerario.
Escultura
Para los diferentes trabajos
en escultura, bajorrelieves, alto relieves y estelas utilizaron madera, estuco y piedra calcárea, ocasionalmente recubierta de estuco (pasta
hecha de polvo de piedra calcárea, conchas y aglutinantes vegetales) pintado de
diversos colores.
Ejemplos más comunes en
escultura
- Águila: animal sagrado. En muchas ocasiones se le ve con un corazón en su garra como alusión a un sacrificio humano.
- Chaac: (dios de la lluvia), representado normalmente por una larga trompa, ojos, orejas con
sus aretes y una boca abierta con dientes afilados.
- Chac Mool: (símbolo religioso), probable que haya sido un lugar para colocar
ofrendas (humanas o de otro tipo) o un trono. Tiene forma de un hombre que
mira de lado, acostado, con las piernas plegadas (postura típica de un
ejercicio abdominal) y las manos sosteniendo un plato sobre su estómago.
Estas estatuas podrían representar prisioneros de guerra.
- Cruces: simbolizan las 4 direcciones o ángulos del mundo más el
centro, también representa la planta del maíz.
- Dios descendente Ah Muken Kaab: (deidad muy vista en Tulum). Su nombre se explica al observar que siempre está con los pies
arriba, los brazos y cabeza abajo y una cola en forma de avispa.
- Estelas: placas de madera o piedra en posición vertical que contienen
diseños, escritura y calendáricas, para conmemorar eventos sobresalientes.
- Falos (penes): representan un culto a la fertilidad. Se encuentran sobre todo
en Uxmal. La posición que tienen hace pensar que el semen entra a la tierra
y la fertiliza.
- Flores: representan la fertilidad y la sexualidad.
- Greca: símbolo que representa al viento, nubes, lluvia, etc.
- Hombre serpiente emplumada: es otra de las representaciones del
dios Kukulkán.
- Hombre barbado: en ocasiones es una probable representación de Kukulkán. Interpretaciones más modernas dicen que representa a la serpiente
de la guerra Waxak Lahun Uva Kan.
- Jaguares: es el animal sagrado que representa al Sol en su paso por el inframundo, fue un probable trono.
- Kukulkán: (su culto acepta varios atributos). Es representado como una
serpiente de cascabel con plumas.
- Planeta Venus: relacionado con la dualidad de la religión maya y con muchas
cosas más, entre ellas la guerra.
- Portabanderas: estatuas de seres humanos que sostenían banderas que
se encajaban en las manos.
- Serpientes de Cascabel: tienen atributos. Cuando salen de un cuerpo simbolizan la sangre
y la fertilidad al convertirse en flores, cuando salen de vasijas
representan el agua.
Sistema de Escritura
El sistema de escritura maya
(a menudo llamada jeroglífica por un vago parecido superficial con la escritura del Antiguo Egipto, con la que no se relaciona) era una combinación de símbolos fonéticos e ideogramas, en realidad la estructura pictográfica es más parecida al chino, donde los ideogramas pueden anidarse para formar conceptos más complejos, a la vez que
funcionar sólo como representaciones fonéticas. El desciframiento de la escritura maya ha sido un largo y laborioso proceso.
Algunas partes de ésta fueron descifradas a finales del siglo
XIX y a principios del siglo
XX (en su mayoría partes
relacionadas con números, el calendario, y astronomía), pero los mayores
avances se hicieron en las décadas de 1960 y 1970, y se
aceleraron de allí en adelante, de manera que ahora la mayoría de textos mayas
pueden ser leídos casi completamente en sus idiomas originales. Los misioneros españoles, en su afán por imponer y arraigar la religión cristiana entre los
indígenas, para acelerar el proceso de catequización, ordenaron la quema de todos los libros mayas poco después de la
conquista.5 El hecho
fue un gran golpe a la conservación del conocimiento de la antigua escritura
maya. Aunque muchas inscripciones en piedra aún sobreviven (la mayoría de
ciudades que ya estaban abandonadas cuando llegaron los españoles), sólo tres libros y algunas páginas de un cuarto sobreviven de las antiguas bibliotecas. Terrones rectangulares de yeso son un descubrimiento frecuente en la arqueología maya; parecen ser
restos de lo que una vez fueron libros, después de que todo el material orgánico se pudrió.
En referencia a los pocos
escritos mayas precolombinos aún existentes, Michael D. Coe, arqueólogo de la Universidad de Yale dijo:
Nuestro conocimiento del
pensamiento maya antiguo representa sólo una minúscula fracción del panorama
completo, pues de los miles de libros en los que toda la extensión de sus
rituales y conocimientos fueron registrados, sólo cuatro han sobrevivido hasta
los tiempos modernos (como si todo lo que la posteridad supiera de nosotros
estuviera basado en tres libros de oraciones y El Progreso del Peregrino).
Michael D.
Coe, The Maya, Londres: Thames y Hudson, 4ª ed., 1987, p. 161.
En cuanto al estudio de la
escritura maya existen dos versiones:
Por la primera versión tenemos
a los epigrafistas. Entre estos comenzamos con Constantin Rafines, que en 1832 fue el primero que descifró los glifos numerales. Ya en el siglo tenemos al ruso Yuri Knórozov, quien realizó un estudio para descifrar la escritura maya publicado en 1952, el cual fue bloqueado por varios arqueólogos. Sin
embargo sus esfuerzos son ahora reconocidos por los estudiosos de la
civilización maya. Actualmente existen cerca de 30 epigrafistas en el mundo.
Por la segunda versión tenemos
al doctor Ramón Arzápalo Marín, filólogo y mayista (no epigrafista aunque conoce bien su lengua) quien declara
que hasta el momento ha habido varios fracasos por descifrar la escritura maya,
pues no es alfabética (como Diego de Landa propuso) ni silábica sino logoideográfica. En este tipo de
escritura se dificulta la lectura al tener, como otras lenguas, expresiones
populares y religiosas, frases idiomáticas, etc.
Los progresos de los
epigrafistas hacen que se puedan leer, entre otros documentos, las estelas y
ahora han salido a la luz informaciones reveladoras, como las fechas, los
acontecimientos, los nombres y cargos de los personajes, los lazos familiares y
en ocasiones aparece la frase “se lo comió”, haciendo referencia al canibalismo
ritual. El trabajo de los epigrafistas es muy interesante y son ellos quienes
se encargan de descifrar la escritura maya. Varias universidades preparan actualmente más generaciones de epigrafistas.
Hay que tener en cuenta la
complejidad de este sistema de escritura ya que estudios recientes demuestran
que los mayas usaban en sus textos el sistema alfabético y el sistema
ideográfico incluso en la misma palabra.
Literatura
Hay pocos ejemplos de la literatura maya, pues muchos códices mayas (libros) fueron destruidos por el tiempo, la humedad o los misioneros españoles, y sólo se salvaron cuatro: El Códice de
Dresde; el Códice Tro-Cortesiano, el Códice Peresiano y el Códice Grolier que
se encuentran respectivamente en Dresde, Alemania; Madrid, España; París, Francia; y Ciudad de México, México. Los Libros de Chilam Balam, El Popol
Vuh y Los Anales de los Cakchiqueles fueron escritos respectivamente en maya yucateco, quiché y cakchiquel utilizando el alfabeto latino traído por los españoles. Así, la
“pureza” de estos libros está bajo sospecha pues los españoles pudieron haber
influido de forma directa o indirecta, pero de cualquier forma, son libros
mayas, es decir de los mayas que vivieron en tiempos de la colonia española. En
el caso del Popol Vuh, el descubrimiento de un bajorrelieve de 1.500 años de antigüedad en la Acrópolis, (una pirámide de cerca de
75 m de altura) en Toniná, Chiapas, podría confirmar la autenticidad del Popol Vuh. La decoración
muestra 4 dignatarios mayas, representando los señores del mundo subterráneo y
a la guerra, la agricultura, el comercio y el respeto a la divinidad. Juan Yadeun, director de las excavaciones en Toniná, sostiene que, en el Popol Vuh
y en otros antiguos textos, se encuentran muy a menudo descripciones de los
cuatro dignatarios, llamados a representar la estructura y la iconografía misma del poder en el mundo maya clásico. Existen algunos otros libros
mayas de la época de la conquista, como el Códice de Calkiní.
Música
Caparazón de tortuga utilizado como instrumento
musical por los maya chontales.
La música maya se basaba en dos tipos de instrumentos: de viento (silbatos, flautas y caracoles) y de percusión (xilófono [tanto de piedra como de madera], caparazones de tortugas y bastones de
madera). Los bastones de madera son huecos y tienen estrechos pasajes
interiores que hacen sonar las semillas en su interior. No se conoció la música
producida por instrumentos de cuerda (por ejemplo las guitarras). No conocemos muchos de los instrumentos hechos en madera que
desaparecieron al paso del tiempo y la humedad.
Pintura
Practicaron la técnica al fresco y a veces
plasmaron la perspectiva (como se observa en las pinturas de Bonampak, Chiapas, en las escenas
de prisioneros de guerra martirizados), pues la mayor parte de las veces
pintaron personajes de lado. Los personajes pequeños son representaciones de
personas alejadas, de menor rango social o esclavos. Había varias capas de
estuco con murales que no necesariamente repiten la decoración. También
aparecen manos en positivo o negativo sobre los muros de los edificios de
desconocido significado. Los tonos preferidos son los rojos y los azules.
Matemáticas
Al igual que otras
civilizaciones mesoamericanas, los mayas utilizaban un sistema de numeración de base veinte (vigesimal) y de base
cinco. También los mayas
preclásicos (o sus predecesores olmecas) desarrollaron independientemente el
concepto de cero alrededor
del año 36 a. C.6 (Este es el
primer uso documentado de un cero como lo conocemos hoy en día, aunque los
babilonios mucho antes habían desarrollado un parámetro de sustitución-0 que
sólo se utilizaba entre otros dígitos), vale decir que parecen haber estado
usando el concepto de cero siglos antes que en el viejo mundo, y las
inscripciones los muestran en ocasiones trabajando con sumas de hasta cientos
de millones y fechas tan extensas que tomaba varias líneas el poder
representarlas. Produjeron observaciones astronómicas extremadamente precisas,
sus diagramas de los movimientos de la Luna y los planetas son iguales o superiores a los de cualquier otra civilización
trabajando a simple vista.
Asimismo, como otras
civilizaciones mesoamericanas, los mayas descubrieron una medida exacta de la
duración del año solar, mucho más exacta que la usada en Europa con el calendario gregoriano.[cita requerida] Sin
embargo, no usaron este modelo de duración en su calendario. En cambio, el calendario maya se basó en un año de duración exacta de 365 días, lo cual significa que
el calendario tiene un error de un día cada cuatro años. En comparación, el
calendario juliano usado en Europa desde tiempos de los romanos, hasta el siglo
XVI, acumuló un error de un día cada 128 años. El calendario gregoriano moderno
acumula un error de un día cada 3257 años, aproximadamente.[cita requerida]
Decadencia de la cultura maya
La caída de Teotihuacan,
ocurrida en la segunda mitad del siglo VIII, permitió el florecimiento de los grandes núcleos de población que los
pueblos mayas habían construido en las Tierras Altas. De esta suerte, Tikal,
Toniná, Yaxchilán y muchas otras ciudades vivieron su época de mayor apogeo
entre los siglos IX y X. Por mucho
tiempo se insistió en que la razón del declive de los principales centros
urbanos mayas era un misterio. Sin embargo, la intensa investigación
arqueológica en la región que ocuparon estos Estados del período Clásico de
Mesoamérica ha puesto de manifiesto algunas de las razones por las cuales los
mayas se vieron precisados a abandonar las ciudades a la selva.
En primer lugar, se trataba de
pequeños Estados que se hallaban en guerra permanente unos con otros. Las
estelas de Toniná indican que la élite gobernante de esa ciudad emprendió una
agresiva campaña militar que la llevó a ocupar sitios tan importantes como
Palenque, Piedras Negras y Bonampak. No es extraño que otros Estados de la
región pudieran haber emprendido campañas similares, que habrían dejado
arruinadas a varias ciudades. Por otra parte, en esta época tuvo lugar un
desajuste climático como consecuencia del fenómeno de El niño. El clima debió tener graves consecuencias para la agricultura en el
Área Maya, como lo tuvo también en las tierras altas del Centro de México.
Puesto que culturalmente estas catástrofes eran atribuidas a la inefectividad
de la clase sacerdotal, la gente del pueblo debió lanzarse contra ellos,
culpándolos de la escasez de alimentos y otros bienes necesarios para la vida.
Uno de los síntomas de la decadencia maya en el período Clásico es la ausencia
de monumentos conmemorativos (las llamadas estelas) posteriores al año
889 d. C., celebrada sólo en algunos sitios de la región. Durante los
siguientes siglos, no volvería a emplearse la Cuenta Larga en las inscripciones
calendáricas mesoamericanas, lo que pone de relieve la conclusión de una
tradición cultural.
Además de la Cuenta Larga (ese
sistema de cuenta del tiempo que tanto ha sorprendido por su exactitud y
abstracción), lo único que abandonaron los mayas del período clásico fueron las
grandes ciudades. Nunca existió una migración masiva hacia Yucatán, aunque algunos grupos lo hubieran hecho. La mayor parte de la
población se quedó en la zona, y durante el período posclásico contribuyeron a
un nuevo período de apogeo, aunque no de la misma magnitud. El más importante
de los Estados de las Tierras Altas en el período Posclásico fue el quiché, en Guatemala.
Tanto los mayas de Yucatán
como los de las Tierras Altas y la Costa del Pacífico recibieron la influencia
de los pueblos migrantes provenientes del altiplano y el área oaxaqueña. Estos
grupos fueron empujados a su vez por los antiguos pueblos que abandonaron la
zona meridional de la altiplanicie Mexicana cuando el desastre ecológico hizo imposible la agricultura allí. En el
sur, establecieron Estados independientes, con características culturales de
ascendencia nahua. Entre estos grupos estaban los pipiles, que se establecieron en la costa de Guatemala y El Salvador. En la
península de Yucatán, los pueblos nahuatlizados (fuera porque eran realmente
nahuas o habían adoptado muchas de sus características, como los chontales)
contribuyeron a un nuevo florecimiento de los pueblos mayas.
Sin embargo, las rivalidades
entre las élites de la región, apenas suavizadas por la presencia efímera de la
Liga de Mayapán, terminaron por arruinar las grandes ciudades de Chichén Itzá, Uxmal y muchas otras, que fueron abandonadas por sus gobernantes. Cuando los
españoles llegaron a Yucatán, encontraron la región dividida en pequeños
Estados hostiles entre sí, razón por la que no fue difícil someterlos. Algunos
grupos se refugiaron en el Petén, donde crearon un pequeño reino independiente con capital en Tayasal. La conquista de este reino independiente no se concretó hasta 1697.
Las ruinas de las grandes
ciudades antiguas estaban muy aisladas del mundo exterior y eran poco conocidas
excepto por la gente nativa. En 1839, el viajero estadounidense John Lloyd Stephens, escuchando comentarios sobre ruinas perdidas en la selva, visitó
Copán, Palenque, y otras ciudades con el arquitecto y dibujante Frederick Catherwood. Sus diarios ilustrados sobre las ruinas encendieron un fuerte interés
en la región y sus habitantes (también en Estados Unidos y en Europa).
Como se señaló en la
introducción, los pueblos mayas no desaparecieron. Los mayas supervivientes aún
habitan en el sureste de México, Belice, Honduras, El Salvador y Guatemala (en este último país, son el mayor componente étnico de la población).
Personajes célebres mayas
Período clásico
- Zamná (Año 525 d. C.), sacerdote que guio a los Chanes (Itzáes) en su migración hacia el poniente de la península de Yucatán en la fundación de Chichén Itzá. Muere en Izamal.
Período clásico tardío
- Jasaw Chan K'awiil I (682-734 d. C.) gobernante de Tikal, que le devolvió su estatus de superpotencia. Enterrado en Templo
del Gran Jaguar o Templo I, llamado también Ah Cacao.
- K'inich Janaab' Pakal (603-683 dC),
gobernante del estado maya de B'akaal, cuya sede era Palenque.
Período Posclásico Tardío
- Ah Mekat Tutul Xiu (¿-?), jefe de los tutul xiúes. Fundador, en conjunto con los itzáes de la Liga o Confederación de Mayapán.
- Hunac Ceel (¿-?), jefe de los cocomes.
Descubrimiento y Conquista
- Nachán Can (¿-?), halach uinik de Chactemal, padre de Zazil Há que entregó a su hija en
matrimonio con Gonzalo Guerrero.
- Zazil Há (¿-?), hija del halach uinik de Chactemal quien fue dada en
matrimonio al español Gonzalo Guerrero, iniciando así el mestizaje en el continente.
- Tecún Umán (1500?-1524),
príncipe de los quiché-maya en Guatemala.
- Kaibil Balam, rey de los mam-maya en Guatemala.
- Tabscoob (¿-?), halach uinik de Potonchán, luchó contra Hernán Cortés en la Batalla de Centla; al perder la batalla le obsequió a Cortés como tributo a la célebre Maline .
- Nachi Cocom (¿-1541), halach uinik de Sotuta. Luchó contra Francisco de Montejo y León "el Mozo", durante la conquista de Yucatán.
- Príncipe Tutul Xiu (¿-?), halach uinik de Maní. Último de los gobernantes de los tutul xiúes. Se unió a Francisco de Montejo y León "el Mozo".
- Nah Pot Canché (¿-?), hijo del batab de Calkiní. Escribió el Códice de Calkiní.
La Colonia
- Gaspar Antonio Xiú (1531 - 1610),
nieto de Tutul Xiú. Autor de Relación de las costumbres de los indios de Yucatán.
- Ah Nakuk Pech (¿-?), batab maya. Autor de la Crónica de Chac-Xulub-Chen, en la que
expresa la visión de los vencidos.
- Jacinto Canek (1730-1761),
dirigente de la rebelión maya de Cisteil en 1761.
- Atanasio Tzul, rey de Totonicapan y prócer de la independencia de Guatemala y el
resto de Centroamérica.
- Manuel Tot, independentista centroamericano, prócer de la conjura de Belem.
Guerra de castas
Los caciques mayas que se
organizaron para iniciar en la Península de Yucatán lo que se denominó Guerra de Castas que empezó en 1848 y concluyó en 1902 fueron:
- Manuel Antonio Ay, dirigente maya.
- Cecilio Chi, (1820-1848)
dirigente maya.
- Jacinto Pat, dirigente maya.
Siglo XX
- Rigoberta Menchú Tum (1959)
Luchadora Social y Ganadora del Premio Nobel de la Paz.
- Chan Kin Viejo (¿1900? a 27 de diciembre de 1996), to'ohil
de la comunidad, un anciano en el que recayó el peso de la tradición.
Consejero, jefe espiritual y hombre sabio con amplios conocimientos
míticos y rituales de la comunidad indígena maya lacandona.
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